A través del comunicado del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España, se dio a conocer que el número total de desempleados se situó en 1.4% con respecto al mes anterior, subiendo a 57 mil 247 personas durante el mes de enero, dando un total de 4 millones 150 mil 755 personas sin trabajos.
Sin embargo, este repunte es el menos acentuado desde el año 2004, cuando el paro subió a más de 51 mil personas.
El mes de enero suele ser un mes malo para el empleo por la finalización de muchos contratos ligados a la temporada navideña, pero de igual forma trae desesperación en la población española, al tener una tasa de empleo inestable, aseguró el Ministerio de Empleo.
Aunado a esto, la afiliación al seguro social ha caído en 204 mil 043 personas, convirtiéndose en el mayor descenso desde 2013, y dejando un número total de cotizantes de 17 millones 104 mil 357.
Cifras
Por comunidades, el desempleo aumentó en quince comunidades autónomas, encabezadas por Andalucía con 9.254 persona y Madrid (7.978), en tanto que disminuyó en Canarias (1.545) y Baleares (811). Asimismo, el paro ha disminuido entre el colectivo sin empleo anterior, en 8.491 personas.
En cuanto a los contratos laborales, en enero se firmaron 1.396.929 contrataciones, es decir, 197.986 menos que en diciembre.
¿Por qué?
El altísimo desempleo existente en España, constituye a un grave problema social y económico, superando los 4 millones de parados, y el porcentaje de desempleo es cercano al 20%. Incluso, en los años de bonanza económica la tasa de paro no baja casi nunca del 10%, cuando otros países tenían el 5%.
Este gravísimo problema tiene una gran trascendencia social, ya que significa que una persona que quiere trabajar y teniendo facultades para ello, no puede, lo cual es alienante para el individuo, teniendo a su vez un efecto negativo porque una persona desempleada percibe recursos del Estado sin aportar ingresos al mismo, dando como resultado una extensa protección económica, ocasionando graves problemas para el resto de los ciudadanos. Esto a su vez, genera inestabilidad en el sistema de pensiones, aumentando el déficit y restando competitividad a las empresas.
Ahora nos preguntamos qué consecuencias trae consigo esto, MÁS PARO.