La capacitación debe ser permanente, una de las grandes diferencias que explican la supremacía industrial japonesa sobre la estadounidense y la europea, es que los asiáticos han tenido en cuenta un punto más y es el de invertir siempre en la capacitación de su personal, no por nada el rendimiento industrial en Japón es tres veces mayor que en los Estados Unidos.
Pero ¿que entendemos por capacitación? Es todo aquel estudio que brinde en un futuro una solución o innovación para la empresa, desde el endomarketing hasta enviar al mejor empleado a que termine la Universidad y se gradué en una profesión. Claro que en estos dos ejemplos existe una gran gama de posibilidades.
Muchas veces se entiende que se debe tomar personal ya capacitado, debido a que el personal ya debe venir con un conocimiento previo absorbido por la escuela, secundario y universidad.
Cuantas veces escuchó por parte de algún directivo: “Esto es una empresa, no una escuela”. Pero la realidad es otra.
En la mayoría de los países por no decir todos, la educación es deficiente, al igual que en la economía la educación mundial pasa por un periodo de crisis donde cada vez le cuesta más a las personas lograr una carrera que va perdiendo credibilidad. Por ejemplo para llegar a ser docente se necesitan pasar por tres niveles de enseñanza, dependiendo de cada país claro está, pero en la mayoría esto supone desde primaria hasta el terciario más de 18 años de estudios continuos, en economías tan cambiantes como la de ahora invertir esa cantidad de años no es tarea tan fácil.
Los cambios permanentes hacen que la innovaciones tecnológicas hacen que todo conocimiento adquirido se “desactualice” en un par de años o inclusive meses.
La posibilidad de capacitar al personal hace que se progrese y se estimulen las capacidades del personal, ya que resulta un estímulo muy fuerte para el empleado ver cómo está logrando lo que se propone.