Comprar marisco.
Incluir propuestas a de marisco en las comidas y cenas ha sido una aspiración de toda mesa, que con el tiempo se ha ido convirtiendo en tradición, especialmente en las reuniones familiares durante las fiestas.
Para ayudar a ver qué aspectos son fundamentales a la hora de elegir el mejor género, comprarlo y prepararlo, le ofreceremos algunos consejos muy prácticos.
A la hora de la compra.
El marisco se puede comprar vivo o congelado. Fijarse en el aspecto es importante pero no es suficiente, no sólo debe parecer fresco sino que además debe de estarlo.
Por ejemplo, especies como la langosta, el bogavante, el centollo o el buey de mar tienen gran resistencia a vivir fuera del agua, por eso se suelen comprar vivos. Para asegurarnos de que esta fresco se aconseja tocar los ojos para ver que se mueven y fijarnos en la cola, ya que estos animales suelen permanecer con ella recogida.
Para el resto de los mariscos no los compre si no están vivos, lo más importante es preservar la cadena de frío.
Cómo cocinarlo
Controlar el método más adecuado para cocinar el marisco es importante, porque se trata de un producto muy delicado. Los mejores métodos son ‘cocidos’ y ‘a la plancha’.
En el primer caso, la regla es cocerlo en agua fría, si el marisco está vivo y en agua hirviendo, si está muerto, aunque la mejor manera de cocer el marisco vivo al vapor.
Además el enfriamiento es igualmente importante para mantener la calidad del producto. Para que la carne quede más prieta, lo mejor es sumergirlo en agua con hielo inmediatamente después de la cocción.
Para preparar el marisco a la plancha, se trata de un procedimiento utilizado sobre todo para crustáceos con cola. En este caso se recomienda partir los ejemplares por la mitad y comenzar por la parte de la cáscara.