Cuando hablamos de tasa de rebote estamos hablando de las personas que entran en nuestra tienda online y se van sin realizar ninguna acción. Naturalmente esto es muy variable, y realizando test A/B se puede mejorar este aspecto.
Ahora bien, lo lógico sería que a mayor tasa de rebote menos ventas, pero en este caso la lógica la podemos dejar de lado, dado que estamos hablando de personas, y por lo tanto no todas van a actuar de la misma manera, aunque ciertamente se pueda controlar el flujo de los visitantes.
Vamos a ver un ejemplo, para esquematizar el panorama. Si tenemos un sitio que tiene un 70% de rebote, lo restante serían personas que se mantienen en el sitio. Si nuestro sitio tiene tiempo online, podemos saber que ese porcentaje medianamente se mantiene constante. Sí quisiéramos bajar el porcentaje de rebote, ciertamente podemos pensar en agregar imágenes, o más contenido. Supongamos que hacemos esto y logramos bajar el porcentaje de rebote, pero nos damos cuenta que tenemos un 30% de rebote y nuestras ventas siguen igual o bajaron.
¿Pero qué pasó? ¿No se supone que bajando el porcentaje de rebote aumentarían las ventas? La respuesta es: No necesariamente. Lo que logramos es que las personas se queden más tiempo en el sitio, pero esas personas quizás no están interesadas en comprar, son visitantes que no hacen más que sobrecargar el hosting.
Con este ejemplo queda demostrado que no necesariamente bajando el porcentaje de rebote van a aumentar las ventas, si bien es un factor que influye, no siempre cambiando una imagen o agregando más texto o secciones, se van a lograr más conversiones.
Por ello lo importante es hacer muchas pruebas, muchos test A/B, y quedarse e implementar lo que mejor resultados otorgue.