La Ciudad de México, posee muchos lugares históricos y culturales que visitar, pero hay uno en especial muy concurrido, específicamente en las primeras semanas de diciembre, es la Basílica de Santa María de Guadalupe.
Este es el hogar de Nuestra Señora de Guadalupe, millones de fieles acuden al templo para manifestar su fe año tras año, aproximadamente 20 millones de personas, según las estadísticas.
Fue edificada entre los años 1930 y 1976, el estilo de la arquitectura es barroco plateresco y actualmente es la sede de la arquidiócesis mexicana. La primera capilla fue construida en 1966, en su interior lleva plasmada la historia las apariciones, el artista encargado fue el pintor Fernando Leal.
Este lugar sagrado tiene en sus instalaciones varias capillas y por lo general se celebran misas en cada una de ellas de forma simultánea, para acoger a los visitantes, los días con más afluencia de visitantes suelen ser los domingos.
La basílica tiene la particularidad de ser la iglesia mariana más visitada por los feligreses, quienes acuden a ella en busca de milagros y también en agradecimiento por los favores recibidos.
La nueva estructura surge por la necesidad de albergar más visitantes ya que la antigua es un poco inestable. Está ubicada al sur del cerro de Tepeyac y tiene siente puertas de acceso para la comodidad de los visitantes, a su vez está rodeada por otros 5 templos.
La imagen de la Virgen está localizada estratégicamente, de manera tal que puede ser observada desde todos los ángulos, sobre un altar de mármol que se encuentra ubicado justo bajo una enorme cruz, dispuesta detrás del altar.
Asimismo, fue construida una pasarela con bandas transportadoras para la comodidad de los espectadores. No solo los católicos visitan este lugar que ilumina con su hermosura y la majestuosa presencia de la patrona de México.
Artículo cortesia de Viajes Zeta