Las personas suelen tener amigos a quienes les cuentan hechos que no les contarían a más nadie, pero existen ocasiones donde desearían no haber contado nada. En una reunión con alcohol y demás, la mayoría abusaría de un par de secretos para ver a su mejor amigo beberse un par de tragos demás, ¿o no? Claro, sin excederse, siempre de manera sana.
Si en algún momento se necesita alguna excusa para beber demás, yo nunca es una buena opción y no se necesita más que la bebida. Las reglas son muy sencillas. A través de turnos cada jugador debe completar la frase “Yo nunca”, si alguna persona del grupo si ha hecho lo que dice la frase, debe tomar un trago. Si el jugador dice “Yo nunca he ido solo al cine” y algunos del grupo si han ido, deben beber. Se pone más interesante cuando empiezan a delatarse entretenidamente, es que a nadie le gusta aceptar que si ha ido solo al cine.
Yo nunca es el juego ideal para reírse y conocerse mejor. Mientras más se conozcan unos a otros es más fácil hacer que el grupo beba y más fácil que las bebidas hagan su efecto mágico. Aunque existe una regla de oro, si alguno del grupo sabe que el jugador que dice “yo nunca” si ha hecho lo que está negando, debe beber el trago completo en forma de castigo, mientras que el resto del grupo no bebe nada.
Es un juego bastante entretenido y que suele detenerse a medida que se van descubriendo los pequeños secretos graciosos de los jugadores. Obviamente, a medida que el alcohol hace efecto, las risas se adueñan de los participantes y puede encaminarse cada vez de forma más divertida. Yo nunca no tiene un final determinado, quizá sea el alcohol quien lo decida.
¡Yo nunca he buscado juegos para beber en internet! Ah, beban.