Visualizadores web

Los visualizadores no cuestan nada. Entonces, ¿para qué escribir una guía para adquirirlos? Porque, a menos que tu tiempo no valga nada, hay muy pocas cosas que realmente son gratis. El hecho de utilizar la herramienta incorrecta para realizar cualquier trabajo puede costarte muy caro, y esto puede suceder al buscar una forma de tener acceso a la web, sin importar si la usas para divertirte, estudiar o trabajar. De modo que no puede haber un mejor momento para crear una guía como esta. Tres de los visualizadores más conocidos para Windows estrenaron versiones muy completas en los últimos meses. Opera 9 debutó en junio, y Firefox 2.0 se hizo público en octubre, al igual que Windows Internet Explorer 7 para XP después de una larga demora y un prolongado periodo en beta.
Cualquiera de los tres cubre tus necesidades básicas de navegación. Esto no quiere decir que no te faltarán elementos en una página o en un sitio determinados, pero a menudo la culpa no es del visualizador. La codificación inadecuada de un sitio produce malos resultados, y estos errores se deben, con frecuencia, a la misma razón: la compatibilidad con IE6. Para estos casos, los tres visualizadores más avanzados utilizan el complemento Irony y actúa en forma muy obsoleta. Si todo un sitio, o parte de éste, no se despliega en forma correcta, puedes pedir al visualizador, a través de un valor o un addon, que actúe como si fuera 1E6. Sólo con esa modificación, las páginas se verán como deben.
Los productos han recorrido un largo camino en términos de seguridad. Fire-fox y Opera incluyen protecciones que permanecen en silencio a menos que detecten algo sospechoso. IE7 ofrece advertencias de texto, tiene un barra de información que usa distintos colores para
indicar los niveles de seguridad y, en la versión para Vista, se integra de manera estrecha con las características de seguridad en el sistema operativo. Los tres visualizadores usan Secure Sockets Layer (SSL) para codificar el tráfico delicado, como cuando haces compras en línea

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