Tu niño se hace pis en la cama?

Cerca del 28 por ciento de los niños se hacen pípí en la cama hasta los 4 o 5 años mientras que esté porcentaje se reduce al 2 por ciento en niños de 12 años.
El control sobre la vejiga y por tanto la capacidad de retener la orina durante forma eficaz durante el sueño se adquiere entre los 18 meses y los 4 a 5 años.


En general los niños suelen tener más dificultades que las niñas en controlar el pípí durante las horas nocturnas la relación es de 3 a 2.

La orina es más oscura de lo normal.
El pipí no tiene el clásico color amarillo oro, sino que es más oscuro.
Si el niño ha sudado mucho, puede que las sales minerales contenidas en la orina se hayan concentrado y el color se haya alterado.
El color también podría estar relacionado con el tipo de alimentación: una dieta rica en remolacha, por ejemplo, podría oscurecer la orina.
En casos más raros, el pipí podría tener un color más oscuro por el hecho de contener sangre, un síntoma que podría indicar una infección de las vías urinarias o de los ríñones.
Da de beber más al niño y retira de su alimentación los alimentos que pueden «teñir» la orina.
Si, aun así, el pipí no recupera su aspecto habitual, consulta al pediatra.
Si el bebé orina de forma regular es señal de que come bien.
Este prescribirá un análisis de orina, para valorar la presencia de sangre.
En caso de infección de las vías urinarias, es preciso administrar un antibiótico.
Si los afectados son los ríñones, el niño deberá someterse a una serie de exámenes específicos.
Otra cuestión es sí el pequeño se hace pipí en la cama.
De noche, el niño moja la cama a menudo, aunque ya sea mayorcito, o bien ha vuelto a hacerlo después de haber aprendido a retener el pipí.


Si todavía no ha aprendido a retener la orina, sufre enuresis primaria.
En cambio, si ha vuelto a hacerse pipí en la cama cuando ya había adquirido el control de la vejiga, se habla de enuresis secundaria.
La enuresis primaria, normalmente.
A veces, en los niños, bse produce una reducción en la cantidad y en la frecuencia de la orina.
Normalmente, no hay motivo para preocuparse: puede que el niño haya bebido más o menos de lo habitual, o bien que la temperatura externa haya provocado una sudoración más o menos abundante.
Es preciso acudir al pediatra si el niño siente dolor o escozor.
Un estado de tensión emocional, que le lleven a desear atraer la atención de sus padres de forma inconsciente.
Sin embargo, el trastorno también podría estar causado por una infección de las vías urinarias.
La enuresis primaria es un problema muy común, que suele resolverse con el crecimiento.
Los papás deben intentar dar confianza al niño, sin regañarle.
Se le puede animar a hacer pipí antes de irse a la cama y evitar ofrecerle líquidos poco antes de la hora de dormir.
Si el trastorno persiste, se podrá valorar con el pediatra la conveniencia de tomar otras medidas, como ejercicios para mejorar la capacidad de retención de la vejiga o, en casos específicos, la administración de medicamentos.
También hay que acudir al especialista si el niño ha vuelto a mojar la cama.
La enuresis secundaria suele producirse por motivos psicológicos, aunque, a veces, puede indicar una infección urinaria.

Cuando hace pipí, puesto que podría tratarse de una infección de las vías urinarias, que re un tratamiento específico.
Pipí en la cama: es un problema que afecta a muchos niños que todav no han aprendido a controle Fortalece la vejiga.

Sin embargo, si el trastorno persiste la secreción en el tiempo, puede ser oportuno acudir al pediatatra