Lo que esta cobrando cada vez más importancia es la decoración de las viviendas y las reformas del hogar. Aún más con la escasez de recursos humanos y materiales con cuáles nos podemos topar en los tiempos de la dura crisis económica que está atravesando el país. Teniendo en cuenta las necesidades y circunstancias de cada uno tenemos que encontrar el equilibrio perfecto entre las posibilidades y gustos de cada uno, lo que en principio puede resultar una tarea bastante complicada, pero no imposible. A la hora de escoger un estilo, nuestra propia “marca” de diseño lo primero que tenemos que tener en cuenta son nuestras posibilidades económicas, el nivel de presupuesto que nos podemos permitir.
Es el punto de partida de todas las planificaciones posteriores, al que tenemos que ajustar nuestras exigencias. Lo siguiente sería buscar ofertas. Lo que resulta bastante fácil cuando casi todos de los profesionales del sector sufren graves problemas de financiación. Esto nos abre la posibilidad casi indefinida de negociar el precio. Lo más importante es una vez fijado el proyecto pedir presupuestos en varios sitios. Lo que antes era perdida del tiempo ahora nos puede suponer un ahorro de por lo menos un treinta por ciento.
A la hora de calcular el presupuesto tenemos que buscar un equilibrio entre el coste y la calidad de los materiales. Siempre exigiendo una garantía de por lo menos de cinco años. Acudiendo a profesionales con cierto prestigio que no nos dejarán con la obra a medias y con un sinfín de anticipos pagados.