Los niños pueden parecer estar hechos de goma, pero la realidad es que de vez en cuando pueden llegar a llevarse golpes que realmente les hagan daño. Dado que no son conscientes de los riesgos que toman cuando van corriendo como locos por toda la casa jugando con sus amigos, son los padres los que tienen que tomar cartas en el asunto y hacer todo lo posible para que los niños no lleguen a hacerse realmente daño en el momento de sufrir una caída contra el suelo o un golpe contra algún mueble.
La seguridad de una habitación de un niño se reduce a eliminar cualquier riesgo de daño posible. Primero hay que proteger las esquinas de los muebles, ya que un golpe de cabeza contra esta parte del mueble puede dejar un buen chichón al pequeño. Después está el asunto del suelo, y aquí entran en juego dos temas: por un lado está el hecho de que a ningún padre le gusta entrar en la habitación de su hijo y encontrarse con el suelo pintado y manchado; y por otro lado está el tema de que si el pequeño se cae es mejor que lo haga contra una superficie blanda que “absorba” el golpe.
El nombre del elemento decorativo que cumple estas dos funciones es el de “piso para niños”, y lo cierto es que estando a un precio tan asequible, todos los padres deberían plantearse proteger el suelo de la habitación de sus hijos con este añadido.
Vía | GreenMats
