Los beneficios del consumo de bayas durante la maternidad

Las bayas son unos frutos carnosos con pulpa, dentro de la cual se encuentran las semillas. Las bayas son comestibles en su gran mayoría y está muy extendido su consumo sobre todo por sus poderes antioxidantes. Normalmente se asocia el término baya con los frutos rojos o también llamados frutos del bosque como el arándano, la frambuesa, la fresa la grosella o el madroño.

Si se quiere seguir una dieta equilibrada, saludable y rica en vitaminas y antioxidantes, lo ideal es consumir bayas o frutos del bosque de forma habitual. Además, durante el embarazo y la lactancia se hace más patente las necesidades del organismo de nutrientes de calidad y por ello el consumo de bayas, como por ejemplo el arándano deshidratado, es un estupendo modo de aportar esa energía y nutrientes extras que el cuerpo necesita. 

El arándano deshidratado es una de las bayas o frutos del bosque más consumidos por sus estupendos valores nutricionales. Además, al estar desecados no pierden sus propiedades y se conservan más y mejor durante más tiempo. El hecho de que sean deshidratados los convierte en un complemento perfecto no solo como aperitivo o tentempié, sino también como elemento a añadir a otros platos como ensaladas o salsas para carne. Es un fruto muy versátil por lo que existen multitud de recetas en los que se pueden añadir. 

¿Por qué tomar arándanos deshidratados?

Las principales propiedades nutricionales de los arándanos secos pasan por destacar sus poderes antioxidantes (carotenos, antocianos y diferentes tipos de flavonoides). Además, ayudan a tener buena visión y son estupendos para las personas que tienen alto el colesterol en sangre, ya que su ingesta ayuda a bajar los niveles de esta grasa, puesto que contienen polifenoles con propiedades antiinflamatorias. 

Al presentarse de forma deshidratada, el arándano seco concentra en su interior una excelente cantidad de nutrientes y de vitaminas. Por ejemplo, son ricos en vitamina C, D y E, así como en vitaminas del complejo B. Igualmente, es rico en minerales como magnesio, potasio, fósforo y hierro. 

Además de ser estupendos para evitar los procesos degenerativos, los problemas de la vista y los problemas cardiovasculares, otro de los beneficios que aportan los arándanos deshidratados es la protección frente a enfermedades del tracto urinario como la cistitis, o enfermedades dentales. 

En cuanto a la cantidad de calorías que proporcionan, es importante pararse a ver qué tipos de arándanos se compran y cómo están desecados. En un principio, el arándano deshidratado solo debe ser eso, un arándano al que se le ha retirado el agua. Es decir, es mejor optar por presentaciones ecológicas o incluso desecarlos en casa, para evitar que se les añadan azúcares extra o para que se les añadan aceites vegetales. En ese sentido es necesario explicar que muchas casas comerciales aplican grasas vegetales a estos frutos desecados para evitar que se peguen entre sí. Este proceso es natural, los arándanos se adhieren unos a otros. Por ello es preferible evitar los productos que en su envasado especifiquen el uso de aceites vegetales. Eso y el añadido de azúcares harán que los arándanos deshidratados de muchas marcas tengan muchas más calorías.

En cuanto a su consumo, es importante saber que al no llevar agua la concentración de azúcares de forma natural es mayor en el arándano deshidratado, por tanto, hay que tomarlos con conciencia y no abusando de ellos. 

Si se quieren preparar en casa para evitar el añadido de azúcares y de grasas vegetales solo hay que cocer los arándanos frescos hasta que su piel se vuelva rugosa. Se cuelan y se colocan sobre un paño para retirarles toda la humedad que les quede. Con el horno precalentado a 90 grados se introducen en el mismo sobre una bandeja con papel toalla y papel vegetal. Se baja la temperatura del horno a 65 grados y se espera entre 6 y 10 horas. Depende de lo crujientes que se quieran.