Uno de las opciones que se tiene a la hora de iniciar un negocio, son las franquicias. Esto es, en concreto, un acuerdo comercial entre el propietario de una marca de éxito y una persona física o jurídica que paga al propietario de la marca una tasa por explotar dicha marca en un área determinado y por un tiempo.
De hecho, en España contamos con más de 600 franquicias que se dispersan por todo el estado en más de 30.000 establecimientos y entre los que se comercializa todo tipo de productos.
Todo negocio tiende a expandirse y cuanto más mejor. En este aspecto, las franquicias serian el sumun de tal ambición, ya que el éxito de una franquicia se alcanza al contar con la red más extensa posible de establecimientos comerciales.
No cabe duda de que optar por empresas de renombre es una apuesta casi segura ya que los consumidores conocen el producto de antemano y, seguramente, contara con una amplia red técnica y organizativa que facilitaran el trabajo, especialmente al inicio del negocio.
La contrapartida de estas empresas estriba en el hecho de que si somos la parte franquiciadora obtendremos un menor porcentaje de beneficio y se tendrán que tener unos valores de calidad y presentación que en negocios cuyos nombres sean menos conocidos.
Eso sí, antes de optar por una u otra tenga claro qué tipo de negocio y a qué tipo de clientela está orientado, obtenga toda la información posible y, a ser posible, haga un estudio de la evolución de la marca en el mercado.