Podar árboles en invierno.
El invierno es la mejor época para podar, ya que al estar en reposo o prácticamente inerte, el árbol perderán menos savia. Es una operación sencilla, solo es necesario saber dónde y cómo cortar. En caso de duda lo mejores consultar antes, para no ocasionarle consecuencias irreversibles.
La eliminación selectiva de algunas ramas del árbol permite orientar su crecimiento y darle mayor vigor a la estructura. A su vez también sirve para evitar ramajes demasiados densos, que impidan el paso de la luz a todas las partes, ya que puede provocar un desarrollo desigual del ejemplar. Además, contribuye a la floración y la fructificación.
Es fundamental efectuar los cortes en el lugar preciso y que sean lo más limpios posibles. Los desgarros y el uso de herramientas oxidadas dificultan la cura y pueden favorecer la aparición de enfermedades.
Elegir el tipo de poda adecuado
Existen varias técnicas para la poda, estas se aplicaran en función de la edad del ejemplar y del efecto que se quiera conseguir.
• La poda de formación se realiza durante los primeros años desde la plantación. El objetivo es orientar el crecimiento del árbol.
• Una vez formado el árbol, será suficiente con realizar una poda de mantenimiento de vez en cuando, que consiste en eliminar elementos como ramas secas o con riesgo de rotura.
• En ocasiones hay que recurrir a podas drásticas para devolverle su vigor. Esta técnica, conocida como desmochado, consiste en efectuar cortes de ramas a uno o dos centímetros del tronco principal.
Cómo se poda
El corte se debe realizar en la base de la rama, pero siempre por encima del cuello, a unos centímetros sobre la unión con otra rama. Las yemas tienen que quedar a una distancia de cinco milímetros del corte. Si el ejemplar es mediano o grande es necesario subir a la copa para podar.
