¿Consideras que no tienes la eficacia adecuada y te gustaría aprender a trabajar más inteligentemente? En las próximas líneas te plantearemos un conjunto de factores que debes de tomar en cuenta cuando realices tu trabajo, invariablemente del área donde te desarrolles, será ideal que adoptes dichos principios para que puedas ser más óptimo en tu labor.
Debes trabajar con enfoque: Si deseas ver resultados tangibles de tu esfuerzo, en primer lugar, deberás tomar un propósito que se ramifique en un conjunto de objetivos. El trabajo inteligente consiste en trabajar por objetivos y metas, no centrándose en horas. El mundo se encuentra lleno del tipo de persona que lucha rápidamente sin llegar a ninguna parte.
Al trabajar sin un enfoque claro de qué deseas lograr, es muy seguro que te sientas estresado, frustrado y cansado ya que percibirás que no estás logrando nada en tu vida. La idea del trabajo duro es que percibas que estás en la dirección correcta, esto lo lograrás al establecer el propósito que deseas desarrollar.
Evita las distracciones: En la actualidad, el nivel de distracciones resulta terrorífico. Se cree que recibir una llamada, o inclusive, un email, logra restarnos hasta 15 minutos de productividad. Siendo sus ‘hermanos gemelos’, la procrastinarían. En caso de que puedas hacer algo e menos de 2 minutos ¡Inicia de inmediato! Luego, si una tarea es muy compleja y requiere de esfuerzo, debes enfocarte en ella en las horas donde posees más energía, que suele ser en las primeras. No te focalices en aquellas tareas que destruyen tu concentración y roban tu energía.
Establece la ley de Pareto: Esto quiere decir que el 80% de las consecuencias provienen del 20% de las causas. Por lo que, deberás determinar cuáles son las actividades que establecen la mayor cantidad de resultados. Enfócate únicamente en el 20% de forma que puedas tener una gran mejora del rendimiento.