Cosas para hacer feliz a su pequeña niña
La felicidad de los hijos es probablemente el desvelo principal de la mayoría de los padres. Saber qué quieren nuestros hijos, y más importante, cómo dárselo, y si eso realmente les conviene, son preguntas que generan debate entre los padres primerizos. Muchas cosas han cambiado en la forma, pero no en el fondo, por lo que hay cosas, como los abrigos niña, que siempre generan felicidad y expectación en nuestra hija.
Alimentación
La base de la pirámide de la felicidad. Una buena alimentación, rica y variada, hasta cierto punto, dentro de unos límites saludables, consentida, es una de las bases para empezar a construir. Comer sano no implica necesariamente comer poco sabroso. Tendremos que ser cuidados y empezar a conocer los gustos de nuestra hija con el fin de adecuarnos a sus preferencias sin perder de vista los valores nutricionales.
Darle un capricho de vez en cuando reforzará su confianza y además la alegrará. Si esos caprichos se suceden de forma constante se acostumbrará a ellos y dejará de valorarlos. La felicidad se basa precisamente en atesorar pequeños momentos. Un trozo de chocolate, de tarta o unas galletas…
Vestido
Todo el mundo gusta de verse guapo, de moldear una personalidad en parte sustentada en su atuendo. Reforzar esa personalidad y dejar desde temprano que nuestra hija elija qué ponerse ayudará a su autoestima y también aumentará su felicidad. Ahora que llega navidades podemos decantarnos por algún regalo de este tipo, por ejemplo, un abrigos niña. Una prenda que si sabemos elegir le gustará y se convertirá en fondo de armario, por práctica y atemporal.
Imagen
Es importante para crecer en la pirámide de la felicidad reforzar la autoimagen. Es decir, dejar que los niños creen y moldeen su personalidad en todos los ámbitos de la vida, siempre que eso obviamente no vaya en contra de sus intereses o sepamos que les va a perjudicar. El cabello es una de las partes más importantes para una niña. Enseguida empiezan a interesarse por peinados y cuidados, para que luzca bonito. No debemos tampoco perder de vista que obsesionarse con la imagen puede traer malas consecuencias en el futuro. Todo debe hacerse de forma comedida y hacerle comprender la importancia de las cosas en su justa medida.
Relacionarse
Somos animales gregarios, y por tanto necesitamos de relacionarnos con nuestros semejantes. Fomentar la participación de nuestra hija en actividades lúdicas, festivas o incluso de aprendizaje, en la que se relacione con niños de su edad, fomentará sus capacidades adaptativas y con ello su felicidad. Alcanzar la felicidad sin tejer con nuestros semejantes lazos afectivos es un imposible teórico y real. Del aislamiento nunca jamás se sacó algo provechoso.
Amor
Y la última, y no por ello la menos importante, ya alejada de vanidades y materialismo, es el amor. Debemos tratar de que nuestra hija comprenda qué es el amor y el inmenso significado y peso que tendrá en su vida. El amor es felicidad, y para tener hijos que en el futuro puedan tejer relaciones afectivas saludables debemos procurarles todo el amor del mundo.