Llega septiembre y con él, el final de las vacaciones y la vuelta a la rutina. La incorporación al trabajo supone para muchas personas un gran esfuerzo, por lo que reencontrarse con la rutina requiere de un periodo de adaptación de unos días antes de que volvamos a rendir al 100% en nuestro puesto de trabajo.
Durante las vacaciones vivimos sin horarios, disfrutamos de nuestra familia, de nuestros amigos y nos dedicamos tiempos a nosotros mismos. La vuelta a la rutina no significa renunciar a todos los planes que hemos hecho durante el verano, por lo tanto no nos agobiemos, todo será más llevadero si sabemos combinar nuestras obligaciones con nuestros ratos de ocio. Seguir haciendo planes nos ayudará a que este proceso sea mucho más liviano.
Volver con las pilas cargadas y llenos de energía positiva nos facilitará la reincorporación a nuestro puesto de trabajo. Es importante que nos propongamos unos objetivos diarios como forma de automotivación. Otro consejo que nos ayudará a mantenernos activos y no sentirnos como un oso perezoso es la actividad física, practicar de manera constante deporte nos mantiene activos tanto física como mentalmente. Estar llenos de energía es la clave para ser felices. Numerosos estudios demuestran esta teoría, contra más animados y activos estemos mejor nos vamos a sentir con nosotros mismos.
Seguir haciendo planes futuros, organizar la próxima escapada o una reunión con los amigos nos mantiene expectantes por que llegue y felices mientras lo planeamos.
Otro consejo que podemos seguir para que la vuelta a la rutina no sea tan dura es cambiar nuestro ambiente de trabajo. Reubicar el mobiliario, cambiar la decoración de nuestro
espacio físico de trabajo o incluso comprar nuevo material de oficina como si volviésemos al colegio nos ayudarán a sentirnos en un espacio nuevo y no lo asociaremos como la vuelta al mismo espacio de trabajo antes de irnos a disfrutar de nuestras vacaciones. Puede parecer un tanto absurdo, pero el ser humano a día de hoy se mueve por cosas materiales, por lo que una nueva carpeta, una papelera en forma de canasta o un maletín nuevo pueden ser sinónimo de satisfacción y de motivación para el trabajador.
Una vez redecorado nuestro nuevo centro de trabajo, marcarnos unas cuantas tareas sencillas de realizar nos proporcionará un subidón de adrenalina muy importante. Una de cosas que más satisface al ser humano es sentirse capaz de realizar actividades por sí mismo.
Siguiendo estas sencillas pautas, haremos que nuestra vuelta al trabajo y a la rutina sea mucho más llevadera. No olvides que sí quieres puedes.
A.Celma