Viajar a Asia

Viajar al continente más extenso y poblado del planeta puede resultar difícil si no planeamos con unas mínimas garantías nuestra deseada travesía.

Los viajes a Asia pueden comenzar en el Oriente Próximo y acabar en el Extremo Oriente, donde exóticos países con destinos más que tentadores nos esperarán cuando aterricemos de uno de tantos vuelos que ofrece la Red. En la parte de Asia más próxima a Europa encontramos países como Israel y Jordania.

En el primero, destinos como Acre son lo bastante atractivos como para decidirse a realizar viajes a Asia. Acre es una pequeña ciudad costera ubicada en la famosa bahía de Haifa, al norte de Israel. Las distintas civilizaciones mediterráneas han conformado una población de singular encanto, en la que sobresalen los baños y las mezquinas de origen otomano.

Para muchos turistas, los viajes a Asia en cuya ruta no entra India carecen de sentido. Muchos viajes a Asia dan en la India con ese lugar único, donde los aromas, sus sabores, los colores, el mismo aire y sus festividades están dotados de particularidades que sólo pueden percibirse en vivo y en directo. El Taj Mahal es el más famoso templo de la India, pero en nuestros viajes a Asia que encuentren escala o destino en este maravilloso país, asistiremos a un auténtico festín de templos con decoraciones de ensueño. Y en cuanto a festines más prosaicos… qué decir de la gastronomía india, que encuentra éxito en países tan alejados como España o Argentina.

China o Japón son otros de los países habitualmente escogidos entre aquellos que se deciden a llevar a cabo viajes a Asia. Sin embargo, otros países que hasta hace no muchos años no solían entrar en los propósitos de turistas que deseaban emprender viajes a Asia, están hoy en planes de agencias y viajeros, poniéndonos fácil la posibilidad de conocer un país tan exótico y desconocido como pueda ser Mongolia. Además de atracciones y deportes como la pesca y las carreras de caballos, en Mongolia pueden contemplarse monumentos como el monasterio de Choijin Lama, el Palacio de Invierno e infinidad de templos en los que, en ocasiones, hallaremos auténticos tesoros, como estatuas de Buda esculpidas en oro.