El saber ganar es una cuestión sencilla para muchos, pero el saber perder es todo un arte; desarrollar la empatía del ciudadano metiéndote en diferentes roles, disfrutando de cada uno de ellos, del trabajo bien hecho en equipo y sabiendo que si se pierde puede que sea fruto de una estrategia mal planeada pero tener ganas de volver a probarlo, de volver a jugar y ganar. Ese es el espíritu del deporte, del paintball.
Muchos se preguntan en qué momento se pierde y en que momento la estrategia falla y uno es derrotado. Es importante saber que nuestro monitor nos puede dar las claves y siempre hay que escucharle, pero más importante es saber que sin un buen trabajo en equipo es muy complicado poder ganar al otro grupo. Por ello siempre aconsejamos que sean grupos de amigos, que vengan con ganas de divertirse, a dejar los conflictos a un lado y que tengan en mente que el disfrutar de esta actividad ya es una victoria. Eso si, si te dan con una bola de pintura en el cuerpo, un impacto directo, o sobre cualquier objeto que lleves encima, que estés transportando, si sales del campo limitado para el juego o te quitas la máscara sin autorización previa, habrás perdido.