Reunificación de deudas

Reunificación de deudas

La imparable subida del precio de los pisos, la subida de las cuotas en la hipoteca y el mantenimiento del consumo en tasas elevadas han llevado al límite la capacidad muchas familias para hacer frente a sus compromisos financieros. Según cálculos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), la tasa de ahorro de las familias alcanzará a fin de año el nivel más bajo de su historia. Estiman que el ahorro se situará en sólo el 7,4% de la renta familiar disponible.

Ventajas de la reunificación de deudas

Pago de una única cuota mensual.
Cuota mensual a pagar significativamente menor.
Reducción de intereses en productos financeros de consumo.
Alternativa frente a una situación de subasta inminente o embargo.

Desventajas de la reunificación de deudas

El nuevo crédito reunificado tendra un mayor tiempo de duración.

Alternativas a la consolidación de deudas

Consultar con nuestro banco si nos compensa una posible ampliación de la hipoteca frente a consolidar deudas.

En la actualidad, hay hogares que, con unos ingresos netos de 1.500 euros, tienen que pagar todos los meses más de 1.300 euros entre hipoteca, coche y créditos al consumo. Una situación insostenible. Una posible salida a esta situación la proponen los intermediarios o “brokers” de productos bancarios. La nueva fórmula financiera es la consolidación de deudas, un instrumento que consiste en agrupar todos los préstamos que tengamos en uno solo, de tipo hipotecario.

El producto comienza a cobrar más y más interés ante el elevado endeudamiento de las familias. Pero, ¿es realmente una opción financiera atractiva o es sólo una solución desesperada para salir del paso? Por lo general, este nueva fórmula puede ser una salida para familias que han agotado su margen crediticio o han visto caer sus ingresos. El inconveniente es que, aunque se paguen intereses y cuotas más bajas, los titulares soportarán el nuevo crédito más tiempo.

La principal peculiaridad de la consolidación de deudas es que, al poder adoptar la tipología de préstamo hipotecario, el nuevo crédito se concede a un plazo más largo y con intereses más bajos que los préstamos personales. El endeudamiento final también será más alto, ya que además de cancelar las deudas, el titular de los préstamos deberá abonar los gastos de la nueva operación y tendrá que estar pagando durante más tiempo. No obstante, mensualmente se acaba pagando bastante menos cuota. El nuevo producto permite cambiar préstamos personales al 8%, o los denominados créditos rápidos al 20%, por un préstamo único, de tipo hipotecario, a un interés de en torno al 4%.