Los materiales con los que traemos nuestras bebidas pueden ser reciclados y reutilizados por nosotros para dar nueva vida a productos que de otro modo tendrían que ser tratados en plantas especializadas para ser destruidos o reciclados. Un ejemplo lo tenemos en los envases de cristal, que se arrojan al contenedor específico para que sean clasificados en plantas de tratamiento que los funden y crean nuevos envases de vidrio que podremos comprar de nuevo en nuestros establecimientos conteniendo otras bebidas, pagando de este modos varias veces por el mismo envase, ¿no?
Entonces, ¿por qué no los aprovechamos nosotros mismos y además conseguir artículos útiles que necesitemos? Podemos cortar las botellas con la ayuda de un disco especial para vidrio, haciendo unas rodajas de unos cinco centímetros, pegarlos con la ayuda de un pegamento potente y hacer tapetes personalizados en los podemos limpiarnos los pies, por ejemplo, o sobre los que podemos colocar el felpudo y elevarlo un poco para que no se ensucie por debajo. También podemos hacer pequeñas macetas si las pintamos por dentro con una pintura resistente a la humedad. Puede que al final terminemos por gastarnos lo mismo que si lo compramos hecho, pero por lo menos tendremos artículos que nadie más tendrá.
