Qué significan las siglas SWAP

SWAP
El comercio con derivados financieros es bastante común. Se consideran derivados debido a que el contrato puede variar dependiendo de qué cambios se generen en el valor de donde se originan. Generalmente son utilizados en métodos de inversión, donde se pueden destacar los SWAP, cuyo propósito es básicamente establecer mediante un contrato un futuro intercambio de flujo entre dos partes.
Los contratos que establecen el intercambio próximo de beneficios entre partes tienen algunas décadas de antigüedad, sin embargo se han expandido de gran forma en la última década. Aunque su objetivo es básicamente intercambiar cualquier recurso financiero, también puede utilizarse como un método de especulación, por lo que debe realizarse considerando todos los riegos que se puedan presentar.

Los SWAP o permutas financieras se basan en un contrato donde se establecen todo tipo de especificaciones, desde el activo y el plazo, hasta qué formula será utilizada para calcular el valor del activo, que generalmente son tasas de interés. Éste proceso financiero puede ocurrir de la siguiente manera:

Aplicando una tasa de interés fija sobre un monto nacional, la Parte A paga el flujo de interés, mientras que recibe el flujo resultante de una tasa fluctuante que parte del mismo monto nacional. A su vez, la parte B paga los intereses a la tasa fluctuante, mientras que recibe los intereses resultantes de la tasa fija.

Este tipo de transacciones se realizan en una misma moneda, aunque las partes pueden trabajar en monedas extranjeras, así como pueden utilizar como referencia el valor del petróleo, oro o cualquier tipo de activos.

Para muchas empresas, acudir a un SWAP es una gran opción para evitar riesgos en operaciones paralelas. Aunque también son frecuentadas en forma de “apuestas financieras”, que son comunes cuando alguna parte observa un posible comercio creciente en cierto tipo de activos y divisa una posible operación.