La sinusitis se suele generar al finalizar un resfriado o en caso de bañarse en aguas faltas de limpieza, resultando especialmente molesta para el paciente. Se trata de una infección de los senos que se pueden encontrar en las mejillas, la nariz y en los extremos de los ojos causando dolores, problemas habituales de respiración y moco excesivo.
Se puede tratar también de una sinusitis crónica en la que este proceso se repetirá a lo largo de los meses y que requiere de un control y tratamiento especial por parte del médico habitual. Con una simple radiografía o exploración habitual por parte de un especialista se puede detectar. Por esta razón es importante acudir a las revisiones habituales y poner en conocimiento del médico cualquier avance que se pueda producir, incluso, uno mismo, puede controlar el estado de la circulación respiratoria y el estado de los senos que se ven afectados. Se consigue revisando las mejillas, la nariz y los ojos con sumo cuidado y con ayuda de las manos.
Sin duda puede generar muchos problemas añadidos al afectar a senos próximos a los ojos como hinchazones o problemas de visión momentáneas, incluso, perjuicios de carácter mayor como infecciones oculares internas, problemas en los párpados que impiden la apertura habitual del ojo… Si esto ocurriera habrá que ponerse en manos, de forma inmediata, de un especialista, pues los perjuicios pueden ser permanentes si no se hace nada al respecto.
Los tratamientos que existen para tratar la sinusitis aguda, aquella que no es crónica, con antibióticos, que requieren de receta médica, y medicamentos descongestivos para favorecer una mejor respiración de las vías respiratorias. En el caso de la sinusitis crónica, aquella de mayor gravedad, se necesita de otros tratamientos, llegando a ser necesario, incluso, una intervención quirúrgica para la limpieza de los senos afectados.