El uso del Sass es lo mejor para el desarrollo web en los últimos tiempos. Empezar con Sass puede ser un poco abrumador en principio, pero una vez que lo empiezas a usar ves todas las posibilidades que tiene y una vez que empiezas a utilizarlo ya no lo dejas hasta que salga algo mejor.
Qué es Sass.
Las siglas Sass significan “Syntactically Awesome Stylesheets”. Podemos definirlo como CSS con muchas más características añadidas que suplen las deficiencias de sistemas anteriores. Pero lo más destacable, es que los archivos en Sass no son los archivos CSS definitivos, sino que hay que compilarlos.
Sass.
Para empezar partimos de uno o varios archivos que una vez compilados obtendremos uno o varios archivos CSS. Quizás todo este lío de pre-compilar más la instalación es lo que echa más de uno atrás al principio, pero como comprobareis es todo muy sencillo.
Por qué es útil Sass.
Por lo general crear una hoja de estilos es relativamente sencillo. Lo difícil es cuando el proyecto va creciendo en tamaño y extensión. Su CSS puede acabar siendo muy difícil de manejar, con todas sus las variaciones de colores, tipos de letras, números en todo tipo de propiedades, etc. El Sass nos permite una sintaxis más simple, además de elegante, incrementando las características extra para hacer más manejable nuestra hoja de estilos.
Cómo es un archivo.
En principio no es muy diferente de un archivo CSS. Normalmente tiene la extensión .scss o la .sass
El archivo .scss comienza con la definición de dos variables ($main y $enlaces) a las que le asignamos un color a cada una y que luego usamos más abajo. Luego a continuación fíjate cómo está anidado el código y lo que genera una vez compilado en CSS. Un archivo normal CSS es perfectamente válido como archivo SCSS, al principio puedes empezar creando estilos y luego vas añadiendo nuevas técnicas de Sass a medida que las vas aprendiendo.
Mas Info: