El lunes pasado teníamos que entregar un trabajo muy importante con el que nos jugábamos liberar la asignatura, y resulta que mi compañero, el que se encargaba de imprimirlo y encuadernarlo se lo olvidó en casa de sus abuelos, que viven en Salamanca. Cuando llegó a la universidad y todos le preguntamos por el trabajo y nos dijo que se lo había olvidado en Salamanca casi le matamos.
El chico que vive en Las rozas nos dijo que lo sentía muchísimo que mañana lo tendríamos, que nos inventáramos una excusa para ponerle a la profesora y que se lo pudiéramos entregar al día siguiente. Le preguntamos qué iba a hacer, que si iba a irse hasta Salamanca y volver, y nos dijo que no, que él sabía de GM Urgente, una empresa de mensajeria urgente en las Rozas, que podían ir hasta Salamanca y volver en el mismo día pero ya sería demasiado tarde y no estaríamos en la universidad así que les diría como dirección que se lo llevaran a su casa y al día siguiente lo tendríamos.
Nuestra misión entonces era convencerle a la profesora de que nos dejara entregarla el trabajo al día siguiente. Era bastante difícil conseguirlo, y pensamos entre todos que si no nos dejaba y nos suspendía o nos mandaba directamente al examen, nos chivaríamos y le diríamos que no había sido nuestra culpa, sino que la culpa era de nuestro compañero Carlos, que se había olvidado el trabajo en Salamanca y él era el encargado de juntarlo y encuadernarlo, y le llevaríamos cada uno nuestra parte por separado para que ella comprobara de primera mano que en verdad sí que teníamos hecho el trabajo y que no era una excusa para que nos dejara más tiempo para acabarlo.
Finalmente la profesora parece ser que tenía un buen día y nos dejó entregarlo al día siguiente sin ningún tipo de pega. Le dijimos que habíamos tenido un problema con la impresora y con el disco duro donde estaba el trabajo final metido, pero que me lo iba a arreglar mi hermano esta tarde y que mañana a primera hora lo tendría.
