El té verde se obtiene de la naturaleza y entre sus componentes podemos encontrar un elemento llamado catequinas que son flavonoides que realizan una actividad anticancerígena, lo que hace de este té un producto muy reconocido a nivel mundial para el combate del cáncer.
De entre todas las propiedades que se pueden apreciar del té verde la que más se reconoce y que ha puesto a gran altura a nivel mundial a este té es el hecho de contener polifenoles, sustancias con atributos extremadamente positivos que ayudan a combatir una de las más terribles enfermedades conocidas por el hombre.
El té verde básicamente contiene cuatro tipos de polifenoles o catequinas las cuales son: epicatequinas, epicatequina gallate, epigallocatequina y epigalocatequin gallate. Estas son las sustancias anticancerígenas y antioxidantes que proporcionan la ayuda que el organismo necesita para prevenir la obtención de cáncer.
Son muchos los estudios que científicos han realizado para demostrar de forma contundente que el té verde puede prevenir de forma magistral la llegada del cáncer al organismo.
Doctores de renombre como el Doctor Jankun y el japonés Sadzuka coinciden en que el consumo del té verde durante tratamientos de quimioterapia ayuda a la inhibición de la enzima urokinasa la cual es la que se mantiene elevada en pacientes con cáncer.
Además otros estudios realizados en el Instituto del Cáncer de China y el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos han revelado que los pacientes que no son fumadores y consumen por lo menos una taza de té verde a la semana tienen menos riesgo de contraer cáncer de esófago mientras quienes no lo hacen tienen mayores probabilidades de contraerlo.
Si no quieres padecer de esta terrible enfermedad, te recomendamos comenzar a consumir este rico y saludable té verde.