La construcción de equipos se ha convertido en una herramienta eficaz para aumentar la motivación, la productividad y el espíritu de equipo en recursos humanos.
España es país de trabajadores desmotivados. Ocupa el segundo lugar entre las naciones europeas cuyos empleados muestran un menor índice de satisfacción y compromiso con su empresa, según un estudio de Steelcase. De ahí que un creciente número de gerentes y directivos apueste por actividades de team building: el salto en paracaídas, los scape rooms, las yincanas o los talleres culinarios, siendo las carreras de karting una de las opciones más demandas en Madrid, porque además de ser «una aventura rica en emociones», impulsa la motivación y la cohesión laboral, según explican desde el Karting Ángel Burgueño.
Pese a su popularidad en el ámbito de la psicología organizacional, la construcción de equipos o team building se remonta a la década de 1920-1930, cuando se desarrollaron los primeros estudios sobre la influencia de la organización de recursos humanos en el rendimiento, la comunicación y la sinergia de los mismos.
Recientes investigaciones han confirmado esta correlación. Así, la Universidad de Stanford reveló que existe una relación directa entre el nivel de socialización y el de motivación en puestos de trabajo, debido a que «la pertenencia a un grupo social parece influir en gran medida en la persecución de tareas y objetivos que se consideran importantes para el grupo», citando el estudio Mere Belonging: The Power of Social Connections. Para fomentar una dinámica cohesionadora y socializadora en RRHHs, el team building ha demostrado ser una herramienta eficaz, una forma de incentivar el trabajo en equipo y el autodesarrollo mediante actividades lúdicas.
Especialistas en este desafío son los responsables del Karting Ángel Burgueño, empresa referencial no sólo entre los aficionados a los karts, sino también en el ámbito empresarial, tras 15 años cruzando la ‘meta’ de la satisfacción de directivos y plantillas laborales. Su actividad estrella para estos grupos, Teambuilding Karting, «propone a sus colaboradores/compañeros de trabajo una experiencia llena de adrenalina en un circuito rápido y técnico», en palabras del gerente Josué Burgueño.
Más allá del atractivo de ser piloto de carreras por un día, esta experiencia ayuda a incentivar la colaboración entre los empleados. Porque la competición pone a prueba algo más que las habilidades de manejo de cada piloto: también la confianza, la deportividad, el respeto y el espíritu de equipo entran en juego, especialmente en un kartódromo profesional como el de Angel Burgueño, situado a 20 minutos de Madrid en la localidad de Pedrezuela.
Otro de los beneficios asociados a la construcción de equipos es la motivación laboral. Aunque es normal que el grado de implicación de los RRHHs en la empresa oscile con el paso del tiempo, cada directivo y encargado tiene la obligación de mantenerlo alto. Para los empleados, un día de karting supone abandonar la rutina, liberar el estrés acumulado e incluso de cambiar su visión acerca de su importancia y valor en el organigrama empresarial.
En este sentido, desde el Karting Ángel Burgueño señalan que «el challenge que propone el ‘Teambuilding Karting’ puede ayudar mucho a grupos de trabajo», ya que «desarrolla el espíritu de equipo, el diseño de estrategias y la superación personal».
Del aumento de la motivación se deriva una mejora general de productividad gracias a las actividades de team building. La conducción deportiva exige un perfeccionamiento continuo en los adelantamientos, las trazadas, los récords por vuelta, etcétera, que alientan al trabajador a minimizar sus fallos y a desarrollar un esfuerzo más eficiente, aptitud que tiende a ‘contagiarse’ a su vida laboral. Además, pese a ser un deporte individual, el karting puede ser una actividad muy socializadora, capaz de estimular la comunicación en RRHHs que habitualmente limiten su trato social a las cortesías y saludos protocolarios.
Por otra parte, el desarrollo de team buildings en el Karting Ángel Burgueño se complementa con el acceso a salas modernas de presentación con capacidad para 20-300 personas, ideales para intercambiar impresiones al final de cada jornada o de realizar un pequeño briefing antes de la misma. Igualmente dispondrán de un restaurante asador a pie de pista, con menús personalizados que saciarán el apetito de los participantes durante las tandas.
«Nuestro objetivo es garantizar una experiencia única en sus eventos corporativos», aseguran desde esta empresa familiar, fundada en 1977 por Ángel Burgueño Zarza, laureado piloto profesional de la European Le Mans Series, la Formula Renault o el Campeonato FIA GT. Como resultado de su trayectoria en la cumbre del automovilismo, el kartódromo que lleva su nombre combina la velocidad, la emoción y la técnica con las más altas medidas de seguridad.
De ahí que el Karting Ángel Burgueño haya sido alabado por Fernando Alonso, Max Verstappen o Carlos Sainz Jr. y que ahora satisfaga también a las empresas que buscan una de las mejores actividades de team building de la Comunidad de Madrid.