Una de las costumbres de los medios de este país es en muchas ocasiones comenzar directamente con implicaciones y acusaciones sobre algo que intuyen que pasará aunque aun no haya ocurrido, con lo que hay un constante goteo de críticas por posibles futuras tramas en la clase política del país; algo similar está ocurriendo con la figura de Pablo Abejas. Este sevillano nacido en los cincuenta y vinculado desde una temprana edad a las filas del PP forma parte de la actual Fundación Caja Madrid, antigua Bankia, heredera de la desaparecida Caja Madrid, desde su patronal. Este hecho ha despertado la memoria de mucha gente que ha ido a las hemerotecas en busca de antiguas polémicas con Abeja para intentar sacar trapos sucios y deslegitimar la labor que pueda hacer en un futuro basándose en hechos pasados.
Pablo Abejas fue militante del PP y poco a poco se convirtió en una persona necesaria en el partido, llegando a ser la mano derecha de Esperanza Aguirre. Una de las grandes polémicas vino de la mano de la antigua Caja Madrid y la guerra interna que tuvo Aguirre en un momento determinado, ya que Abejas llegó a formar parte de la Comisión de Control de la misma caja; muchos le tacharon de ser el «infiltrado» de Aguirre y en numerosas ocasiones intentaron desde la misma comisión que Abeja abandonase su puesto por el supuesto vinculo con el partido.
Es de nuevo ahora cuando todo esto y mucho más sale de nuevo a la palestra con el fin del desprestigio de determinadas personas que son rostros conocidos por anteriores cargos políticos o institucionales, como ocurre con Pablo Abejas. Es un momento delicado para crear supuestos y teorías de la conspiración sobre predicciones futuras pero finalmente, en muchas ocasiones, echar mano del pasado para predecir el futuro se ve que cuesta menos que investigar realmente sobre hechos que acaecen.