El esoterismo en términos generales se desarrollo como una serie de conocimientos cerrados y ocultos para la mayoría de las personas, pero mucho más accesible para una parte de la población que ya lo había practicado; en otro sentido el origen del esoterismo se baso en las doctrinas y/o técnicas simbólicas que se dedicaron en buscar lo que hay más allá de lo externo; es decir, lo interno que permanece oculto.
El adjetivo esotérico fue aplicado por primera vez por el Maestro Clemente de Alejandría en el año 208 de nuestra era, refiriéndose a las grandes enseñanzas que Aristóteles impartió sobre sus discípulos ya instruidos. No obstante, todos aquellos discursos que fueron recogidos en una lengua común y una expresión culta y que estaban destinados al público se denominaron esotéricos.
PRACTICAS APLICADAS DESDE EL ORIGEN DEL ESOTERISMO
El concepto esoterismo proviene del adjetivo esotérico, mientras que esoterismo es lo abierto, lo que no requiere ningún conocimiento previo; el esoterismo exige la ocultación y el secreto, lo contrario a la propaganda que pretenden transmitir las religiones y/o filosofías de hoy en día.
Algunas prácticas exigían una manera diferente de ser que adoptara una forma incomparable de aproximarse al mundo: desde el interior y buscando la metafísica de las cosas; es decir, ir más allá de lo físico. La alquimia y el druidismo serían otros casos de esoterismo: donde ambos exigen una serie de conocimientos recónditos que se proyectan hacia investigación de algo alejado de los sentidos físicos.
Simultáneamente, el esoterismo rechaza por naturaleza que los conocimientos se divulguen, ya sea porque se debe preservar el secreto (el arcano o el tarotista) para que no se perviertan y pierdan su valor, por seguridad (para no exponerse a los grandes peligros de los experimentos de la alquimia), o por razones políticas (para no ser perseguidos debido a las prácticas heréticas).