Opciones económicas para mantener el calor en el hogar

Para afrontar los fríos implacables del invierno, las fuentes más comúnmente conocidas de calor, y fácilmente encontrables o construibles son los radiadores la calefacción y las chimeneas.
            Los radiadores, aunque requieran de un costo en electricidad, ni despilfarran recursos ni contaminan el ambiente, además puedes reflectar su energía con papel aluminio, por lo cual podría ser el mecanismo que mejor te funcione. Unido a esto, puedes utilizar también cortinas aluminizadas.
            Las chimeneas, aunque simbolizan, tal vez, el medio más económico, constituyen la opción más contaminante y menos cómoda: hay que talar leña, limpiar el hollín y, de paso, contaminan el ambiente con CO2, gas de efecto invernadero, terrible.
            En cuanto a la calefacción, si bien es el sistema más cómodo, es a su vez el más caro y despilfarrador de recursos: el agua, caliente, debe correr por dentro de las paredes para mantener el hogar tibio; es decir, no estás contaminando directamente el ambiente pero estás agotando agua que pudiera estar en otros lugares.
            Por lo tanto, la opción que consideramos más económica en relación de costo y beneficios es la utilización de radiadores.
            Además, puedes complementarlos con algunos otros tips muy económicos como usar  cortinas gruesas, preferiblemente aluminizadas (pues mientras más gruesas las cortinas menor probabilidades habrá de que el calor se salga por las ventanas, lo cual sabemos que ocurre aunque las cerremos muy bien) o el utilizar papel aluminio especializado para colocar detrás de cada radiador que enciendas, de ésta manera el calor no se saldrá por los muros fríos sino que al reflectarse en el papel aluminio, vuelve a la habitación y se va distribuyendo.

            Confía en estas alternativas y ya verás que, este invierno, no sólo será muy caliente sino bastante económico y hogareño.