“La venta no es lo mío”. ¡Cuántas veces lo habremos dicho! Han habido oportunidades en nuestra vida en que nos hemos encontrado ante situaciones en que la “venta” era una parte del desafío. Ya fuera trabajando para otros –o con otros–, ya fuera imaginando o planificando un emprendimiento propio. Lo cierto es que la venta aparece, una y otra vez, como una de las patas que harán “caminar” cualquier negocio, y sin la cual cualquier negocio andará rengo, o sencillamente se detendrá.
La buena noticia es que puedes ganar clientes sin necesidad de padecer. Solo necesitas cambiar el enfoque. Cuando te colocas en el lugar del “vendedor”, tu foco está puesto en la necesidad de que tu interlocutor te compre. Es un lugar que te resulta sumamente angustiante, a menos que seas un apasionado de la venta (he conocido algunas de esas personas).
Cambia tu posición, colócate en otra perspectiva. Estás frente a una persona que podría ser un cliente tuyo. Es un “cliente potencial”, pero tú no estás allí para “venderle”, no tienes que convencerle de nada. Hazme caso: quítate de encima la pesada mochila de la venta. Solo cuéntale a qué te dedicas. Solo “conversa” con él o con ella.
En esa conversación, pregúntale a qué se dedica él o ella. Escúchale. Préstale atención. Solo son dos personas conversando. Se están conociendo. Tu interlocutor es una persona que tiene necesidades, alguna de las cuales “coincidirá” –o no– con los servicios que tú ofreces o los productos que tú tienes para ofrecer.
Conviértete en un asesor confiable
En ese punto, tú tienes un “conocimiento”, tú puedes “asesorar” a tu interlocutor, puedes compartir con él o con ella ese conocimiento. Hazlo, comparte con él o ella lo que sabes. Con mucha naturalidad, tu interlocutor verá en ti a una persona que tiene el expertise para brindarle la solución a su necesidad, y verá en ti –además–a una persona confiable.
¿Te das cuenta, Marco? Cuando comunicas –cuando TE comunicas–, en algún momento se producirá esa mágica “coincidencia” entre la necesidad de tu interlocutor y lo que tú tienes para ofrecer.
La clave, entonces, no está en la venta, sino en la comunicación. El SECRETO para tener cada vez MÁS CLIENTES es incrementar la cantidad de tus CONTACTOS y la calidad y frecuencia de tu COMUNICACIÓN con esos contactos.
La comunicación es algo que todos hacemos. Naturalmente. Esa es nuestra manera de estar en el mundo. Tan natural como respirar. Podemos hablar con más o menos elocuencia, pero TODOS HABLAMOS. Podemos escribir con más o menos arte, pero TODOS ESCRIBIMOS.
Por supuesto, cuanto más lo hagas, mejor te irá, y cuanto mejor lo hagas, mejor te irá también. ¿Cuánto tiempo por semana estás dedicando a tus estrategias comunicacionales?