Monoposte

Monoposte

A pesar de que el término monoposte no se encuentra presente en el Diccionario de la Real Academia Española, basándonos en la Ordenanzas Reguladoras de la publicidad, mediante las cuales son regidas gran parte de los municipios españoles, es considerado un monoposte las instalaciones de implantación inercia fija y estática o variable; se encuentra compuesto por una o varias caras donde se exhiben paneles publicitario con o sin iluminación exterior, siendo sustentados sobre sus fustes, que bien pueden ser uno o varios, según sean determinadas las características concretas ante cada caso en la autorización administrativa correspondiente.
Mediante el monoposte se podrá visualizar la publicidad expuesta en la pantalla desde una gran distancia, en parte debido a su amplio tamaño y altura. Consiste en un fuste que oscila entre los seis y treinta y cinco metros de altura, siendo variable el tamaño de su pantalla.
Los monopostes pueden ser observados en autovías, carreteras y autopistas del territorio nacional, muchos de estos están compuestos por un fuste de ciento doce a quince metros y una pantalla de 12 metros anchura y 5 metros de altura. En base al número de fustes, puede clasificarse entre bipoistes o monopostes, estando compuesto los primeros por dos fustes, lo que contribuye en el soporte de una pantalla de mayor tamaño.
En cuanto al número de caras, pueden ser cúbicos, tricaras o de dos caras. Ante la instalación de un monoposte, es requerido un proyecto efectuado por un ingeniero, además de la obtención de un permiso administrativo del Ayuntamiento del municipio en el cual será ubicado. En algunos casos se requerirá del permiso del MOUP en base a la proximidad a las autovías y autopistas.

Para instalar el monoposte se necesita un hormigonado en el suelo, bajo el cual pueda aplicarse la placa de anclaje en la cual irá unida el fuste. Comúnmente son retroiluminados para una mayor visibilidad en las noches. Actualmente los monopostes con pantalla LED son los más usados, ya que resultan más impactantes; por lo tanto, su precio final es más alto.