A pesar de que el salón es el ambiente que más se presta a lucir géneros importantes en los cortinados, quedan bien los ligeros cuando la intención es transmitir informalidad y frescura, simplemente buscamos atenuar los rayos del sol sin eliminar excesiva luminosidad.
Hay que prestar especial atención eso sí al hacer cortinas romanas: es un error habitual no tener en cuenta el marco al tomar las medidas. Hay que tener en cuenta que a la abertura se le deben añadir 20cm: la medida de marco a marco más una demasía de 5cm por lado.
Barras para cortinas que decoran
Otra excelente opción decorativa es una cortina de dos paños colgada de una barra. Recordar que, por la variedad de colores y materiales en que se presentan, la barra es un elemento decorativo en sí mismo y que, al igual que los accesorios como borlas, alzapaños y rosetones, atraen el polvo, por lo que exigen una limpieza frecuente.
Cortinas romanas
Una excelente respuesta decorativa para utilizar con puertas vidriadas son las cortinas romanas. Un consejo útil: para que se deslicen fácilmente, hay que mantenerlas recogidas los primeros quince días para que la tela se adapte bien al plegado antes de usarlas de modo normal. Este tipo de cortina admite una gran variedad de géneros: las cortinas más livianas se izan con cordón; las semipesadas, con cordón reforzado y las más pesadas, con cadena continua.
Modelos de cortinas hasta el suelo
Otra opción decorativa más tradicional son las cortinas de géneros pesados como el shantung, el tafetán o la seda que caen hasta el suelo tienen un aspecto generoso y constituyen un elemento decorativo más rotundo que el que proveen las cortinas cortas. En estos casos se puede optar, además, por colgarlas de barras, mucho más atractivas que los rieles en general poco decorativos y que, en realidad, se usan cuando lo que se busca es discreción.
Modelos de cortinas a media altura
Una respuesta decorativa para espacios sociales con ventanas amplias, pero situadas a media altura, es colocar modelos de tela que, mediante un cordón, se deslizan fácilmente hacia arriba e incluso hacia abajo. Dan un aspecto de serenidad casi oriental que se lleva bien con los muebles de corte moderno, allí donde una cortina de género larga hubiera resultado difícil de colocar por el antepecho de la ventana y las cortas hubieran restado elegancia al conjunto general de la estancia.
Cortinas japonesas
Por último mencionamos las cortinas japonesas, ideales para grandes ventanales, con este sistema se pueden ir añadiendo paños de cualquier tipo de género hasta completar la extensión necesaria para cada estancia. Tienen un cabezal de aluminio que puede llevar desde dos hasta cinco vías, sobre las que se deslizan los perfiles portadores que sujetan los paneles de tela. La medida del riel varía según la cantidad de vías, pero el ancho máximo es de 5m. Para que no se ensucien con el roce de las manos, lo más recomendable es que tengan un bastón para abrirlas o cerrarlas.