Manualidades para niños

Los expertos en salud infantil aseguran que cada vez son más los casos de niños que no consiguen concentrarse en las actividades que hacen, y esto es en parte responsabilidad de los educadores, que no les enseñan habilidades que les permita potenciar sus facultades, como la capacidad de concentración y el sentido de logro al realizar manualidades y otros trabajos.
Estas actividades ayudan a los niños a ser más pacientes y conseguir una mayor tolerancia a la frustración, al esforzarse en el trabajo que estén realizando y ser capaces de colaborar entre sí junto a otros compañeros si la actividad lo requiere. Cuando los niños no realizan manualidades y se dedican solamente a ver la televisión o jugar a videojuegos acaban por esperar que todo suceda tan deprisa como cuando se enciende el televisor o se controla un personaje en una pantalla, algo que cuando les desconecta y se ven ante la obligación de dedicar tiempo a una actividad que necesita esfuerzos de tipo físico o intelectual, se sienten tremendamente amargados y acaban por no realizarlas, algo que acaba por convertirlos en malos estudiantes incapaces de concentrarse lo suficiente como para poder retener la información. Y todo comienza por no hacer manualidades.
Pintar con los pies y esponjas es una manera divertida para entretener a los niños, además de que es muy fácil de realizar. Los niños necesitan actividades que les ayuden a desarrollar su creatividad,  además de que eso les permite mantenerse ocupados y sin necesidad de estar realizando travesuras.  Tan solo necesitas los siguientes materiales para comenzar a desarrollar esta manualidad que de seguro les gustará: un pliego de papel, cinta adhesiva, pintura de acuarela, bandejas resistentes y poco profundas, cintas de velcro, bandeja grande de plástico con agua tibia y jabonosa y por último toallas viejas.
Como primer paso debes de colocar el pliego de papel sobre el piso, pegada con cinta adhesiva como medida de precaución. Como segundo paso debes de vaciar la pintura de acuarela en las dos bandejas, pero si requieres más colores tan solo hay que vaciar más pinturas en otras bandejas o sobre las mismas para combinar los colores. En el tercer paso saca los pies de los niños de los zapatos y ata una esponja en cada pie con cinta de velcro. Con tu ayuda los paras sobre las bandejas de pintura, un pie en cada bandeja.
Después ayuda a los niños a caminar sobre el papel, creando diseños con las esponjas. Por último retira las cintas, diles a los niños que enjuaguen sus pies descalzos en una tina o regadera, cuando terminen les ofreces unas toallas viejas para que se sequen. Como variaciones puedes cortarles las esponjas con diferentes figuras o en lugar de esponjas, puedes atarle a sus pies cepillos para tallar. También puedes unir con cinta adhesiva tres o cuatro pliegos para crear una mini pista de patinaje. Si ves que el pequeño duda para patinar con ambos pies, ata solo una esponja para que adquiera confianza.

Los niños en ocasiones se sienten muy frustrados cuando ven que algo no les sale como quieren, lo que les genera un estrés muy grande y les pone muy nervioso. Algo que les puede ayudar es mejorar su autoestima realizando manualidades sencillas, con lo que su sentido del logro al ver cómo van saliendo bien les anima a realizar trabajos cada vez más complejos que ayudan a su crecimiento personal y les permite relajarse y controlar el estrés generado por la frustración.

Las manualidades ayudan a los niños a reforzar su capacidad de concentración, mejoran su sistema psicomotriz y les permite socializar con otros niños y con sus monitores, por lo que resulta muy aconsejable y los expertos en psicopedagogía los recomiendan para mejorar incluso su salud.

Por eso, si queremos tener una nueva generación de ciudadanos responsables, concentrados en sus labores y que sean capaces de trabajar en equipo, debemos empezar por cosas pequeñas, como hacer manualidades. Puede que parezca un asunto demasiado tonto, pero con algo se tiene que empezar, y es mejor empezar con cosas fáciles y relativamente simples si queremos que algún día se puedan afrontar con el tiempo empresas más importantes y significativas.
No solo con brochas y pinceles se puede pintar, una forma original de hacerlo es realizando carreras de pinturas, no importa quién gane o pierda, lo emocionante es ver cómo queda el papel después de la carrera. Los niños observarán cómo corren las gotas de pintura hacia abajo cada vez con mayor velocidad. Los materiales a utilizar son: madera terciada o cartón muy resistente, tijeras, molde para pan poco profundo, periódico, mesas, sillas, cinta adhesiva, pliego de papel, acuarela o pintura ligera, recipientes pequeños y goteros. Se empieza cortando un trozo de madera o cartón del tamaño de un molde de pan para hornear.
Cómo segundo paso hay que extender el periódico en el piso, luego colocar el molde para pan sobre el mismo periódico. Después apoya un extremo del cartón o madera sobre  una mesa o una silla; coloca el otro extremo el molde poco profundo para hornear pan. Fija la tabla o cartón con cinta adhesiva. Con cinta adhesiva pega un tramo de papel grande y grueso en la tabla o cartón, cubriendo la superficie. En los recipientes mezcla hasta ¾ partes de agua con una parte de pintura, repite esto con cada color.
Los niños toman los goteros para que dejen caer la pintura en el extremo superior del papel y observen como corre hacia abajo. Deja que continúen añadiendo gotas y vean como se mezclan formando caminos, el destino final de las gotas son los recipientes que están colocados abajo. Retira el papel cuando sientas que es suficiente y por último pega una hoja nueva para empezar una nueva carrera. Es recomendable que uses solo colores primarios para que al momento de comenzar la carrera se mezclen y terminen formando colores secundarios. Usa la pintura que se cayó en los recipientes para hacer nuevas carreras.