A los padres se les recomienda que busquen tiempo para dedicar a sus hijos, y que ese tiempo sea de calidad. Algunos padres buscan limpiar su conciencia asegurando que dedican poco tiempo a la semana a atender a sus hijos, pero que como ese tiempo es de calidad cumple con las necesidades de sus hijos.
Sin embargo, cuando se pregunta a los niños, estos dicen que lo que más les gustaría es que sus padres dedicaran más tiempo a hacerles caso, lo que muestra que un poco de tiempo no es suficiente. Es necesario dedicar una buena cantidad de tiempo a los hijos, sobre todo porque cuando sean mayor esta será la diferencia entre que confíen en nosotros cuando tengan un problema. Esto solo se conseguirá si se dedica tiempo a realizar actividades entre padres e hijos.
Las manualidades son actividades excelentes para que niños y adultos compartan una ocupación que les permita estrechar sus lazos y se genere un ambiente propicio para conversar y comentar las cosas que han ido sucediendo durante el día. A medida que estos vayan creciendo, estas vías de comunicación se fortalecerán si se mantienen, algo muy beneficioso para evitar los problemas de hoy en día que se generan como consecuencia de la falta de confianza entre generaciones
¿Qué niño no siente curiosidad por las tortugas? Si no está maduro como para tener una mascota al menos puede hacer su propia tortuga con los siguientes materiales: Un papel de construcción anaranjado, un papel de construcción amarillo, un cartón de huevo, un marcador negro, un marcador verde claro y otro de color más oscuro, pegamento, ojos movibles y tijeras. Para comenzar, el niño tiene que recortar uno de los depósitos del cartón de huevo para poder colocarlo sobre la base de papel de construcción amarillo para marcar la circunferencia y poder recortarlo a continuación.
Se tiene que seguir el mismo procedimiento anterior pero ahora sobre la base de construcción de color verde. Después se toma alguna de las circunferencias para colocarla encima del papel anaranjado y se corta de la misma forma, así se tendrá la cabeza. La mitad del papel naranja sobrante se dobla a la mitad y se vuelve a cortar a la mitad, esa mitad se vuelve a doblar y se corta de manera que salgan las patitas de la tortuga. Se aplica pegamento sobre el círculo amarillo para pegarlo con el de color naranja y en las orillas se pegan las patitas de la tortuga.
Se toma uno de los depósitos de cartón de huevo para dibujar por fuera con el marcador negro las líneas del caparazón de la tortuga y por dentro se pinta con el marcador de color verde claro y oscuro para crear un contraste. Después de terminar de pintarlo se unta pegamento sobre el papel anaranjado que termina siendo el cuerpo de la tortuga. Se pegan los ojos movibles en la cabeza de la tortuga. En la parte de debajo del cuerpo de la tortuga se dibuja por último las rayas del tronco. Así se realiza una tortuga que el niño podrá disfrutar haciéndola.
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