La alopecia cicatricial, también conocida como alopecia cicatrizal, es un tipo de alopecia que provoca la pérdida de cabello de forma irreversible al causar daño a los folículos pilosos y a las glándulas sebáceas, esta zona cicatriza y evita que el cabello vuelva a crecer.
En este tipo de alopecia encontramos alopecias causadas por quemaduras y agentes fisicoquímicos, por infecciones (hongos, virus, bacterias, etc.), por dermatosis, por síndromes clínicos descalcificadores como la alopecia frontal fibrosante u otras alopecias como tumores o por enfermedades hereditarias.
Por lo general, se manifiesta con la pérdida progresiva del cabello y puede ir acompañada de molestias como picazón y ardor.
¿Cómo se desarrolla?
Se conoce que la inflamación hace imposible que el vello vuelva a crecer porque destruye las glándulas sebáceas, las células madres y los folículos pilosos. Esta alopecia se puede clasificar en:
- Alopecia cicatrizal por factores primarios: Se sabe que es la producida por factores relacionados a la genética y hereditarios, además por cambios en el desarrollo.
- Alopecia cicatrizal por Factores secundarios: Se genera gracias a acciones físicas, como accidentes, procesos tumorales e infecciones, esta suele ser la más común diagnosticada.
Signos y síntomas
Los pacientes que sufren de este tipo de alopecia suelen referirse a los siguientes síntomas: Calor e hinchazón en la zona afectada, dolor al tacto, enjuagues en la zona, sensibilidad al tacto y pérdida o caída del cabello.
Estos síntomas son bastante generales y más comunes en adultos, tanto hombres como mujeres. No se pueden utilizar para un diagnóstico eficaz de la enfermedad por sí solos.
Sin embargo, si observa alguno de los síntomas que hemos analizado, debe acudir inmediatamente a su médico para obtener un diagnóstico dermatológico profesional y un tratamiento especial por parte de este especialista.
Diagnóstico
Este tipo de alopecias no discrimina entre sexos, por lo que se puede observar tanto en hombres como mujeres de cualquier edad, y es poco frecuente en niños. Al examen físico se observan áreas de alopecia donde se evidencia formas de atrofia dérmica y epidérmica con ausencia de folículos pilosos, coloquialmente se puede decir que la piel tiene una forma corrugada, difícil de estirar.
Síntomas como picazón, ardor, sensibilidad o dolor pueden hacer que esta enfermedad sea sospechosa. Para la inflamación de esta zona se evidencia el enrojecimiento, pústulas y descamación del cuero cabelludo y en los casos en que no se tiene claro un diagnóstico el médico necesitará una biopsia del cuero cabelludo para confirmar.
Tratamiento de la alopecia cicatricial
Puede variar según sea el tipo de alopecia cicatrizal y su etiología, infortunadamente la ausencia de los folículos pilosos, glándulas sebáceas y células madres hacen que sea imposible recuperarse de este tipo de alopecia. Una posible y eficaz opción terapéutica podría ser una intervención quirúrgica de tipo implante.
La mejor manera de combatir esta penosa enfermedad es utilizar métodos agresivos para prevenir la pérdida progresiva y completa de todo el cabello. Es el médico quien realmente juzgará qué tratamiento específico es la razón por la que cada caso es diferente, es necesario analizar cuál es el leucocito que media en la destrucción del folículo.
Los fármacos utilizados pueden variar desde corticosteroides aplicados directamente en el área subcutánea hasta agentes antiinflamatorios orales o tópicos. La automedicación no es aconsejable en estos casos, ya que se requiere un análisis clínico por parte de especialistas.
Las diversas alternativas quirúrgicas pueden ir desde la implantación de folículos en la placa del cuero cabelludo afectada hasta la reposición quirúrgica de la zona afectada. Otra opción quirúrgica es el trasplante de piel estirada. Sea cual fuere el tratamiento el dermatólogo escogerá el más adecuado a tu estilo de vida.