INVITACIONES DE BODA

Para que una boda sea boda, definitivamente debe estar acompañada de invitaciones y estas sin lugar a dudas son uno de los mayores quebraderos de cabeza para una novia, pues los diseños, calidad y modelos son tan extensos como la misma historia de las bodas, y si estas llegasen a ser personalizadas ya se vuelve un dolor de cabeza para el diseñador también, “no hay nada mas estresante que una novia insatisfecha”.

Pero, ¿por qué es tan complicado el tema de las invitaciones en una boda? Pues muy sencillo, las invitaciones reflejan el estilo de tu boda, y serán la primera impresión para tus invitados, es más o menos como el traje que usas cuando vas a una entrevista de trabajo, has oído aquello de “la primera impresión es la que cuenta”, este es el rol de las invitaciones en una boda, por ello lo complicado y meticuloso del asunto.

Es recomendable buscar mucho al momento de querer elegir las invitaciones, buscar mucho y en todos los lugares posibles, visitar centros especializados en bodas, estos suelen tener miles de modelos de invitaciones y para los mas exigentes gustos, pero si aquellos no te satisfacen, siempre existirá el internet donde de seguro encontraras algo que te guste, si aún así no encuentras puedes hacer que te diseñen un modelo exclusivo para ti en un centro de diseño gráfico.

La lista de invitados es también muy importante así no se desperdicia ni tiempo ni dinero en la elaboración de invitaciones que no vallas a usar, además hay que tener en cuenta que la impresión de las invitaciones suele tomar en algunos casos hasta seis semanas, así que es un tema que debes tenerlo muy presente si es que no quieres terminar repartiendo las invitaciones en la puerta de la iglesia.

Cada detalle por pequeño que parezca es muy importante y la correcta escritura de los nombres de los novios, los padres de ambos, de la capilla etc., son un detalle a cuidar en demasía, así como también escoger el color, tipo de letra y tamaño que te guste, el éxito radica en que te sientas plenamente satisfecha con el producto final.

En cuanto a lo demás diviértete en el proceso, ningún novio quiere una novia estresada en el altar con quien valla a tener su primera bronca al momento que el cura diga “puede besar a la novia”, así que diviértete y disfrútalo es un día que quizá ya no se vuelva a repetir.