Realizar algún tipo de inversión trae aparejado un cierto riesgo o incertidumbre acerca de los resultados. Invertir nada tiene que ver con jugar al azar.
No tenemos que ponernos en el rol de “jugadores de casino” ya que estaríamos incurriendo en uno de los mayores errores al que un inversor pueda caer. Si es verdad que hay personas que invierten basándose en intuición o sentimientos, o en esos consejos “tan certeros” que se ven por internet o nos comenta un amigo o familiar.
Un inversor “hecho y derecho”, es decir, responsable y serio no juega con su dinero o ahorros ni tampoco con la seguridad de su familia o seres queridos. Sólo invierte cuando sabe que hay una posibilidad razonable, cuando sabe que existe una expectativa coherente de rentabilidad acorde con el riesgo que quiere y puede asumir en ese momento. Sólo realiza algún tipo de inversión a través de intermediarios autorizados y luego de haber confirmado y reconfirmado datos fiables. Sólo invierte esa cantidad de dinero que no le es imprescindible en su vida a corto o mediano plazo para otras obligaciones. Y además, sólo invierte acorde a sus objetivos y situación personal.
A veces el querer invertir ya, en ese preciso instante y momento de nuestras vidas nos puede llevar a los mayores atropellos y errores que un inversor puede llegar a incurrir. Es por eso que aquí te vamos a ir instruyendo poco a poco para que nada de eso suceda.