Toledo, ex-capital de España y actual capital de Castilla-La Mancha, es una ciudad conocida por toda Europa por su enorme valor cultural. Encontrar un hotel en Toledo cerca del casco urbano es garantía de pasar un buen fin de semana cerca de todos los lugares de interés turístico que debería visitar cualquier persona que se acerque a esta ciudad para descubrir alguno de los muchos secretos históricos que guarda en su interior.
Uno de los lugares turísticos que cualquier persona que visita Toledo por primera vez debería ver es por ejemplo el famoso Alcázar de Toledo, una edificación cimentada sobre rocas ubicada en la parte más alta de Toledo. Esta edificación sirvió de palacio romano allá por el siglo III, y mucho más tarde en el año 1535 fue modificada bajo el mandato de Carlos I de España.
Otro lugar muy interesante también a ojos de un turista sería la catedral de Santa María, construida aproximadamente en el año 1226 y constituida por una edificación de estilo gótico. Cabe destacar por ejemplo el hecho de que está construida con piedra blanca de Olihuelas, y en general es conocida popularmente como Dives Toletana (queriendo decir “la rica toledana”).
Tampoco hay que olvidar otra construcción que se remonta hasta el año 999; se trata del Cristo de la Luz, ubicado en el barrio de San Nicolás. Es una de las mezquitas mejor conservadas de las diez que llegó a tener Toledo, y en la época musulmana hacía la función de un pequeño oratorio ubicado muy cerca de una de las puertas de acceso de la ciudad.
En resumen, la variedad de opciones culturales que tiene cualquier turista que visita la ciudad de Toledo por primera vez es cuanto menos amplia; otras opciones como por ejemplo las rutas gastronómicas son también una buena forma de disfrutar de la ciudad en un par de tardes.