El nombre de Costa Blanca pertenece a toda la costa mediterránea ubicada en el sureste de España, extendiéndose por toda la provincia de Alicante desde el municipio de Denia hasta el Pilar de la Horadada. La razón por la cual un hotel en Costa Blanca está tan cotizado en verano es debido a que esta costa tiene una extensión total de más de 244 kilómetros de playas mediterráneas, calas y acantilados que en su conjunto forma una de los lugares más idílicos para pasar el verano ya sea en compañía de amigos y familiares o en solitario, pudiendo disfrutar de la enorme variedad de actividades que Alicante ofrece a todos los turistas.
La Costa Blanca está formada por lugares tan de sobra conocidos como Benidorm o la Playa de Calpe, pero otros emplazamientos como por ejemplo el Castillo de Denia o la Costa de Altea quizás no son tan conocidos entre los turistas pero igualmente ofrecen una calidad de descanso que resulta difícil de igualar con cualquier otra playa europea; al fin y al cabo, España destaca por tener unas playas únicas que mueven y atraen millones de turistas cada año que vienen en busca del Sol, de la fiesta y de las mujeres españolas de las que tan bien se habla a lo largo y ancho de toda Europa (e incluso en el mundo entero).
En resumidas cuentas la Costa Blanca es prácticamente la primera y última opción que ha de plantearse cualquier turista que quiere disfrutar de la playa sin renunciar a ninguno de los puntos fuertes que tanto identifica a España; los chiringuitos y los bares a pie de playa permiten que uno pueda tomarse una caña con el ruido de las olas del mar rebotando contra las rocas de fondo.
