Las ventajas de alojarse en un hotel centro Alicante son bastante evidentes: el hecho de estar en un punto intermedio entre la playa y el centro de la ciudad permite disfrutar de ambas cosas sin necesidad de tener obligatoriamente un coche de alquiler, ya que el transporte público de Alicante es bastante eficiente en el sentido de que llega a todas las partes interesantes de la ciudad.
Lo que Alicante ofrece a todos sus turistas es una ciudad de playa formada por más de 300000 habitantes repartidos en algo más de 200 kilómetros cuadrados; aquí se incluyen las playas, entre las cuales cabe destacar la de San Juan, La Almadraba y La Albufereta, listadas de norte a sur respectivamente. Estas playas dan al Mar Mediterráneo y en algunas de ellas puede apreciarse un bonito paisaje formado por el monte Benacantil, sobre el cual se asienta el castillo de San Fernando; resulta muy curioso estar dándose un chapuzón con vistas a una montaña con un castillo.
No hay que olvidar que Alicante dispone de un aeropuerto propio, por lo que las formas de transporte para llegar a esta ciudad son cuanto menos numerosas con el fin de que el turista pueda llegar con total comodidad sintiéndose como en casa.
En cuanto a los lugares más interesantes de la ciudad de Alicante se puede destacar la Iglesia de Santa María o la Plaza Santísima Faz, ubicada en el Casco Antiguo de la urbe. Estos lugares son ideales para los días en los que el tiempo no acompañe para ir a la playa, de forma que hay que tenerlos también en cuenta en el momento de planear el viaje y preparar una pequeña guía de los sitios que han de visitarse antes de volver a casa.