La Esfinge de Giza es un gran monumento en la orilla occidental del río Nilo.
Fue construida durante la Cuarta Dinastía.
Se cree que la cabeza es una representación del faraón Kefrén (2510-2485 adC), y el cuerpo es el de un león. Otros piensan que el cuerpo es de un perro egipcio, símbolo de Anubis, que era considerado el guardián de la Duat.
La Esfinge de Giza forma parte de una necrópolis en la que destacan las tres grandes pirámides de: Keops (la mayor), Kefrén y Micerino, obras todas ellas consideradas de los faraones de la IV dinastía.
La Gran Pirámide es la única de las siete maravillas del mundo aún existente.
Es el más monumental ejemplo de escultura egipcia: mide 73 metros de largo por 20 de alto y 14 de alto. Se realizó tallando un montículo de roca caliza existente en el lugar, aunque más tarde se le añadieron sillares de piedra, como revestimiento, para preservar las partes más dañadas del cuerpo.
La esfinge es un animal fabuloso con cuerpo de león y cabeza humana, en este caso la del monarca.
Su función es funeraria, puesto que se encuentra cerca de la pirámide y aun más cerca del templo del valle del que constaban las pirámides. Se pueden señalar las particulares de la escultura egipcia: hieratismo, frontalidad e idealización.
Al igual que las grandes pirámides tiene una orientación determinada: en este caso mira hacia el este, hacia el lugar por donde sale el sol, hecho que está relacionado con las creencias religiosas y de ultratumba de los antiguos egipcios.