Entendiendo qué es la videncia y la clarividencia

 

En el plano etimológico, estudiando las raíces de las palabras como tales, la videncia se entiende como la capacidad que una persona tiene para ver, mientras que la clarividencia es la habilidad de hacerlo con mayor claridad. Por otro lado, si se buscan los significados aprobados por la Real Academia Española, se puede encontrar que un vidente puede ser únicamente un charlatán, alguien que pretende poseer el don de la videncia, mientras que un clarividente es un individuo que realmente puede lograrlo.

 

A finales del siglo XIX, en Estados Unidos y otros países, la videncia tuvo una fuerte presencia en los campos de la parapsicología; la cual se concentra en estudiar todos aquellos fenómenos que son considerados paranormales. Es en esta época cuando términos como vidente, médium, espiritista y clarividente, se hicieron bastante populares.

 

Por otro lado, se entiende que la videncia puede ser desarrollada con la práctica en función al talento que una determinada persona posee, mientras que la clarividencia es una habilidad innata, una capacidad superior en la psique del individuo, prácticamente imposible de alcanzar por aquellos que no hayan nacido con ella.

 

Otra diferencia importante es el hecho de que la videncia se basa más en la intuición, mediante la cual se puede llegar a predecir ciertos eventos. Como en toda disciplina, hay varios niveles en esta práctica, lo cual se puede ver reflejado cuando una persona con una intuición muy avanzada es capaz de acceder a la videncia con más facilidad, transmitiendo aquello que haya visto con eficiencia.

 

La clarividencia funciona de una forma distinta, y se basa principalmente en un aspecto psíquico, más allá de uno intuitivo. Es un don que se relaciona con la apertura del tercer ojo, así como la capacidad de ver y sentir la sutil energía que manifiestan los cuerpos. También está presente la cualidad de poder percibir diferentes dimensiones o planos en el espacio y tiempo.