Ha pasado mucho tiempo desde que las empresas utilizaban solamente soportes promocionales para que su marca se diera a conocer, regalando por ejemplo artículos promocionales como tapetes con logotipo, tazas o felpudos. Pero como suele ocurrir con todas las cosas, actualmente existen muchos más métodos con los que se puede dar a conocer una empresa, como los famosos códigos de respuesta rápida, o QR, a través de los cuáles se puede introducir una gran cantidad de información en el teléfono que escanea dicho código.
En un QR se puede guardar desde la dirección de una página web o los datos de contacto de una empresa o persona hasta archivos de imagen como fotografías o vídeos promocionales, que se pueden almacenar en la memoria del dispositivo para ser visionados en cualquier momento, incluso sin necesidad de estar conectados a Internet. De ahí que haya sido todo un éxito este tipo de códigos, y que nos los encontremos en carteles publicitarios, folletos de supermercados, tarjetas de visita o incluso para ser descargados e impresos desde las páginas web de nuestras marcas preferidas, dándonos acceso a apartado u ofertas especiales. El mundo de la publicidad ha entrado en la era 2.0.