Aún en el marco del tratado firmado por los jeques de las tribus asentadas en toda la extensión de la península arábiga con el Reino Unido en 1853, la actividad económica en Dubái se potenció gracias a la acción del Sheikh Saeed Al Maktoum. Hacia la última década del siglo XIX, e Sheikh decidió eliminar los impuestos en su territorio, con la finalidad de atraer el comercio internacional hacia su región.
Así, se conoció a Dubái como la tierra de las perlas y la exención de impuestos, permitiendo efectivamente el asentamiento comercial en la zona, impulsando el establecimiento de numerosas tiendas en los territorios de Deira y Bur Dubái.
Posteriormente, hacia la década de 1940 dos hechos marcaron la vida económica de la nación: uno fue la Segunda Guerra Mundial. El otro fue la aparición de las perlas cultivadas en el mercado. Para este momento, la población alcanzaba un número cercano a las 20.000 personas. Aún siendo una época de escasos recursos, el Sheikh logró atender al pueblo.
También por esa época se firmó un tratado con Gran Bretaña el cual le permitiría buscar petróleo. En los años siguientes, Dubái también comenzó a comerciar oro e impulsó el comercio marítimo. Una vez hallado el petróleo en su territorio, se impulsó el desarrollo de infraestructura tal como la construcción de carreteras, puentes, servicio de electricidad y agua, se desarrollaron las telecomunicaciones y se construyó un aeropuerto. La población se cuadriplicó en diez años.
La religión y la cultura iban de la mano, así como la educación, pues en las mezquitas funcionaban también las escuelas.
Otro hecho significativo fue la creación de la federación conocida como Emiratos Árabes Unidos, en 1971, lo que pone fin al protectorado que venía ejerciendo Gran Bretaña en la región.
Sigue el auge económico. Ya Dubái cuenta con espacio en el aeropuerto para dar cabida a recién creada aerolínea Emirates Airlines y el turismo se tiene como una fuente de ingresos adicionales.
Se construyen complejos deportivos y recreacionales, al tiempo que se descubren nuevos yacimientos de gas y petróleo en el desierto de Margham.
Este auge atrae a muchos, quienes llegan a Dubái como en otra época llegaron a California, en busca de la oportunidad de disfrutar también de la bonanza económica. Hace falta entonces que se encaucen los esfuerzos hacia el urbanismo. Para 1990 la población alcanza cifras cercanas a los 550 mil habitantes.
En 1990 muere Sheikh Rashid Bin Saeed. Es su hijo quien hereda el cargo y la ambición potenciada de su padre, la cual da lugar a la Dubái que se conoce hoy.