Un cirujano plástico que realiza estiramientos faciales con bisturí quiere que cada cliente tenga el mejor aspecto posible, pero no piensa mucho en una transformación sutil. El paciente en su mesa quiere resultados instantáneos. Quieren salir del periodo de recuperación con un aspecto completamente nuevo. No quieren perder el tiempo realizando múltiples procedimientos o utilizando productos caseros para estimular un proceso de cambio más gradual.
Ahí es donde los procedimientos estéticos se diferencian de la cirugía plástica general. Un médico estético está interesado en un cambio sutil en el tiempo para sus pacientes. Quieren que salgan de la consulta después de cada procedimiento con un aspecto más joven del que tenían al entrar, pero no quieren que sea tan evidente que todos los que están en la consulta o en la cola del coche se queden mirando mientras vuelven a su vida cotidiana.
El beneficio de la medicina estética está en el cambio sutil que se produce con el tiempo. Está en la capacidad de parecer más joven de una manera muy natural. En lugar de que todo el mundo hable de ti a tus espaldas porque se da cuenta de que te has operado, la gente te pregunta qué estás haciendo diferente.
Hay algo diferente en ti, pero no pueden identificarlo. ¿Has perdido cinco kilos? ¿Te has dejado crecer el pelo? ¿Te has depilado las cejas de forma diferente? Pueden seguir adivinando y adivinando, pero el sutil cambio que suponen los buenos procedimientos estéticos realizados a la perfección nunca les hará adivinar que te has sometido a una cirugía plástica.
Este es el arte de la sutileza que es tan importante para medicina estética en Madrid. Buscan algo un poco diferente a los cirujanos estéticos. Quieren que sus pacientes irradien juventud y tengan una autoestima extremadamente alta porque saben que sólo rejuvenecen con la edad. Pero no quieren darles todo eso de la noche a la mañana. Quieren que sea un cambio natural que se desenvuelva lentamente y mejore cada vez más.
Muchos pacientes hoy en día también lo quieren así. No quieren pasar por el peligro y el dolor de la cirugía plástica sólo para verse como si fueran succionados en un túnel de viento y desfigurados permanentemente. No quieren que su piel parezca estirada y manipulada.
Quieren una belleza sencilla. Una juventud que parezca natural y elegante. Sólo quieren mirarse al espejo y sentir que lo que ven es la mejor versión de sí mismos que podría existir. Esto sólo se consigue con procedimientos graduales a lo largo del tiempo, que permiten que se produzcan cambios sutiles en determinados momentos.
Esto es exactamente lo que significa el arte de la sutileza en la medicina estética. Significa volverse más bello con el tiempo sin resultados de apariencia artificial. Significa realizar pequeños cambios que se notan pero de forma muy sutil e indirecta. Con el tiempo, esos pequeños cambios conducen a una transformación sorprendente.
La diferencia es que esta transformación se produce con el tiempo, por lo que no es tan evidente para los demás. Habrá momentos en los que todo el mundo querrá saber qué has hecho para tener un aspecto tan increíble, pero no hay cicatrices ni signos de cirugía y no has estado ausente de la vida durante un largo periodo de tiempo para recuperarte. Por lo que saben, eres uno de los pocos afortunados que envejecen con gracia.