Cuando oímos hablar de la palabra baldosa, como norma general nos viene a la mente una pieza cuadrada con la que cubrir los suelos de una gran cantidad de espacios, y dependiendo de la utilización de cada una de las estancias se eligen diferentes materiales para cubrirlas.
Por ejemplo, en baños y cocinas se utilizan baldosas de cerámica que normalmente componen algunos de los elementos más decorativos de la casa, consiguiendo crear dibujos que le confieren unas características que acogen a quienes los visitan.
También es habitual en algunas casas utilizar estas baldosas en los suelos de otras estancias de la casa como el comedor, dejando lugares como las habitaciones para otro tipo de materiales, como por ejemplo el piso de goma que se pone en zonas de descanso infantil, para que los niños al caerse no sufran daños. Estos suelos en su versión más gruesa se colocan incluso en parque infantiles para que cuando los niños jueguen y se caigan al suelo jugando, no se hagan tanto daño como si lo hicieran en un suelo mucho más duro y abrasivo, como tierra u hormigón.
Otras personas prefieren instalar moqueta en las zonas en las que quieren dar calidez a la casa.