Muchas personas suelen decir o comentar y muchas veces sin tener en claro el por qué, que tener tarjetas de crédito es sinónimo de peligro. Nosotros no compartimos esta idea y vamos a tratar de desarrollarlo un poco en este artículo.
Empecemos situándonos en un plano mundial donde hay negocios, empresas y dinero por todos lados. Tengamos en mente que muchas de estas empresas para cierto tipo de operaciones manejan justamente tarjetas de crédito. Es decir, a lo mejor sin ellas no podríamos rentar un auto, reservar una noche en un hotel o cabaña y una infinidad de cosas, ya que ellas sirven como garantía. Vayamos un poco más al extremo: también son sumamente necesarios (en muchos países) para ingresar a la parte de emergencias de un hospital privado, independientemente de si uno tenga o no un seguro médico, ya que solicitan un voucher abierto para garantizar de alguna manera el pago.
Adicionalmente, éstas a su vez ofrecen muchos beneficios si se utilizan correctamente: desde un financiamiento gratuito (si se paga el saldo completo cada mes) hasta seguros que en ocasiones son valiosos, como el de accidentes en viajes, compra protegida o incluso extensión de garantía.
Entonces, podemos decir que las tarjetas de crédito no son malas, lo que es malo es no saber utilizarlas de manera correcta y cuidadosa.
La Trampa de las Tarjetas de Crédito
Ahora bien, en el mundo de las tarjetas de crédito no todo es de color rosa y podemos transitarlo con los ojos cerrados que nada sucederá, hay que estar atento y vamos a ver por qué.
Cuando uno utiliza tarjetas de crédito para realizar sus compras cotidianas, pero no paga (o no puede pagar) el saldo total al corte de cada mes, de tal forma que no se generen intereses, entonces en realidad uno está gastando más dinero del que gana. Esto, aunado a las altas tasas de interés que normalmente cobran estos plásticos, es lo que a la larga genera los problemas.
Por ejemplo, si uno ve en un centro comercial una campera de 2,000 pesos, el pago “mínimo” al hacerlo con tarjeta de crédito sería de tan sólo 100 pesos al mes. Muchas personas se dicen a sí mismos: “no me puedo comprar la chamarra porque no tengo hoy los 2,000 pesos, pero sí puedo pagar 100 pesos cada mes a la tarjeta”. Y lo compran.
Hasta ahí no pasa nada. El problema es que mañana el niño necesita pantalones, la señora un vestido, y el señor un nuevo traje. Luego vemos una promoción a meses sin intereses y la aprovechamos. Y así sucesivamente, el monto que gastamos a costa del crédito va creciendo poco a poco.
Hasta que un día nos chocamos con la realidad y vemos que el pago mínimo que tenemos que cubrir mes a mes pasó a ser una carga enorme para el presupuesto con el que contamos. Entonces, ya tenemos un problema y no es el único: ahora también nos acostumbramos a gastar más de lo que ganamos. Si gastamos más de lo que generamos, ¿qué sucede?. No hace falta ser un iluminado para responder esto.
Por lo que el golpe viene de los dos lados, y con toda su fuerza. Entonces, para poder pagar nuestras deudas, no sólo tenemos que recortar ese exceso de gasto que forma ya parte de nuestro patrón de consumo, y que puede ser muy significativo. En muchos casos implica también tener que hacer un recorte adicional, para poder pagar más del mínimo y de esta forma aspirar a que nuestra deuda realmente pueda disminuir. Y ahí es donde, mucha gente, realmente no puede lograrlo.
Es evidente, incluso, que en nuestro país mucha gente cae en esta trampa, porque el salario no alcanza desde un inicio. Entonces se tiene que recurrir al crédito para poder solventar necesidades básicas. Para ellos, el golpe es mucho más fuerte: y es muy difícil salir de él.
El Conocimiento nos Permite Evitar la Trampa
Estamos convencidos de que la psicología de las personas y el auto-control juega un papel fundamental en sus decisiones financieras, y en este caso no es la excepción. Para muchas personas, el uso de la tarjeta de crédito crea un espejismo – una ilusión – de que nuestra situación – nuestro poder de gasto, es mucho mayor de lo que en verdad es.
Por eso, es muy importante entender que el uso correcto de la tarjeta de crédito consiste básicamente, en aprovechar sus beneficios, sin caer en la trampa. Sin gastar más de lo que uno gana: lo cual implica necesariamente tener la capacidad de pagar el saldo completo (salvo lo que corresponde a promociones sin intereses) cada mes.
Hay muchas personas que por hacer un uso indebido de las Tarjetas de Crédito, piensan que es una herramienta maligna o que no se debe de utilizar, ni pensar en obtenerla, pero si miramos a fondo este problema, veremos que todo está en manos del que la utiliza, es decir el usuario.
El usuario tiene toda la capacidad de hacer que su tarjeta de crédito sea un beneficio o sea una maldición, esto quiere decir que no podemos culpar al banco o a la institución que la autoriza por nuestros problemas, esto va más allá, hasta las religiones muchas veces la prohíben, pero esto es incorrecto, ya que nosotros tenemos el mando de nuestras tarjetas.
Así que, quitando todos los Tabú y las quejas que las personas tienen de que la tarjeta los ha hundido, podemos ver muchos beneficios, así como rentar un auto o apartar una habitación en un hotel, esto nos ayudará para dar fe que tenemos la disposición de pagar el monto de los acordado.
También podemos utilizarla cuando tenemos un problema médico o accidente, esto ayudará a poder hacer decisiones rápidas en un hospital, porque los seguros médicos, por veces no llegan a la cantidad que resulta ser, así que las tarjetas de crédito ayudan a financiar el resto del tratamiento.
Si haces uso correcto de las tarjetas de crédito, tendrás un préstamo gratuito mensualmente, esto quiere decir que si pagas antes de que termine el corte, no te cobrarán intereses por lo comprado de ese mes.
De esta manera podemos ver que las tarjetas de crédito no son herramientas malignas ni quieren hundirnos, lo contrario son herramientas sumamente útiles y muy beneficiosas, si nosotros llegamos a utilizarlas correctamente.
Bueno aquí podemos ver una de las cosas que si se toman como trampa y que muchas veces perjudican al portador de la tarjeta de crédito y que puede caer tan fácil una persona y además hundirla. Son los siguientes:
1- Si tú no pagas las tarjetas al corte del mes, vas a tener que pagar un interés de esta forma vas a gastar dinero de algo que te ha costado menos.
2- Topar las tarjetas de crédito, muchas veces a hacer esto, resulta que nosotros tendremos que pagar mucho dinero al final de cada mes, aparte si hemos pedido un sobregiro, se te acumulan mucho más intereses.
3- Uno de los problemas que todas las personas tienen al utilizar una tarjeta de crédito, es acostumbrarse a gastar más de lo que ganamos, esto va a empeorar, ya que se añade la cuota mensual y las ganas de seguir comprando el mes siguiente, así que la cuota ya no se puede pagar, porque nos ha afectado económicamente y lo peor de todo es que los intereses van sumándose cada mes.
4- Uno de los problemas del porque caemos en la trampa de comprar más de lo que nosotros ganamos, es porque los sueldos ya no alcanzan y tenemos que sacar dinero de donde no hay y ahí está el problema ya que al mes siguiente aparte de tratar de comprar lo que necesitamos tenemos de pagar una cuota que nos recortará nuestra adquisición de nuestras necesidades como la canasta básica y otros.
No tomes a mal las tarjetas de crédito, lo que tienes que hacer es utilizarla sabiamente y veras los grandes beneficios que tendrás en tener uno de estos productos bancarios.