Si bien el tarot suele usarse para ayudarnos a ver los eventos pasados, las situaciones presentes, y los acontecimientos futuros, también es de utilidad para que nos podamos conocer mejor. Y, de esta manera, encontrar una forma de vida que resulte más equilibrada y armoniosa.
En lo que respecta a la lectura de las cartas en el tarot, la intuición es uno de los aspectos más importantes, siendo imprescindible que la desarrollemos adecuadamente. El problema es que no existen métodos, técnicas ni estudios específicos dirigidos a su aprendizaje, solo siendo posible el potenciar esa habilidad mediante el trabajo en uno mismo.
Aparte de la intuición, en el tarot es importante tomar en cuenta la meditación, así como la ética y el método particular que se haya perfeccionado, a pesar de todo eso, es bueno recordar que la metáfora siempre estará presente. Todo ese proceso tiene como meta principal el servir como guía en el sendero personal que conduce a la integración de los pensamientos y sentimientos que nos definen. Por tanto, es fundamental considerar al tarot como una experiencia única, donde más allá del estudio intelectual para dominar sus principios, lo esencial está en su capacidad para desvelar el estado de nuestra psique, usando cada arcano como una referencia de nuestras emociones.
Por otro lado, si realizamos una lectura en función a nosotros mismos, se corre el peligro que, en la búsqueda de respuestas, las interpretaciones que establezcamos se vean alteradas por nuestro propio juicio, que inevitablemente estará influenciado por las turbaciones emocionales que tengamos. Pensando en esto, nunca es recomendable enfocarse únicamente al análisis de la vida superficial, tratando de encontrar soluciones puntuales o respuestas específicas, en cambio, es aconsejable llevar a cabo un proceso de meditación muy cuidadoso, donde se incorpore la interpretación de cada uno de los arcanos de una manera objetiva.