Luego de que finalizamos el bachillerato nos encontramos con una encrucijada sobre qué estudiar y dónde estudiar. Si debes ir a una universidad o a un instituto. Sin embargo, en el momento en que decides que carrera estudiar, comienzas a evaluar las alternativas que tienes. Lamentablemente, no todas las universidades tienen las mismas carreras, por lo que eso limita las opciones que estas manejando. Pero la cuestión se complica más cuando tu carrera sólo está en una universidad pública. No es menos cierto que la gente tiene una perspectiva errada y mal orientada sobre los estudios públicos. Sean cuales sean las razones hacia su descontento hacia la educación gratuita. Pero lo que sí es cierto, es que las universidades públicas aportan los mismos beneficios que aportan las privadas, pero que a diferencias de estas, toda la educación será gratuita.
Las universidades públicas reciben fondos directamente del gobierno, por lo que estudiar ahí será mucho más económico que en una universidad privada. A pesar que ésta ventaja es plenamente económica, lo cierto es que los estudios privados hoy en día son muy costosos, y si tenemos problemas financieros, lo mejor es optar por una alternativa en la universidad pública. Por eso, la formación universitaria será una experiencia excelente, porque las universidades públicas tienen una política más democrática e incentivadora que en las privadas, y te ayudarán a ampliar tú criterio. Además que los servicios sociales –como comedor, salud y transporte– son gratis.
Olvídate de los prejuicios, las universidades públicas se han ganado su prestigio gracias a su trayectoria y años de enseñanza en todo el país. Y recuerda, que el 80% de las carreras de ciencia y humanidades están en las universidades públicas –ya que las privadas suelen tener un límite de carreras por núcleo–.