Cuando dos personas deciden unirse en matrimonio, por lo general, una de ellas ha soñado con este día desde que era pequeño/a; tiene previamente visualizado qué flores cargará, el lugar donde será, la ropa que usará, el día y clima que hará en la ceremonia, básicamente todos los detalles de la planificación de una boda. Es por ello que como tiene un concepto tan claro de lo que quiere, sabe dónde y con quién debe buscarlo, pero por lo general la otra persona de la relación no se ha visto tan entusiasta en este aspecto; a pesar de que se encuentra emocionado y a la expectativa por el gran día de seguro querrá dejar todo en manos de la otra persona y ser un invitado más en la fiesta. A continuación hablaremos de algunos consejos sobre cómo involucrar a tu pareja en los preparativos.
Primero debes realizar una lista sobre los puntos que han de planificar, discútela con tu pareja y pregúntale en cuáles le gustaría tener poder de decisión, así mismo manifiéstale de manera respetuosa y cariñosa en cuáles te gustaría a ti que participara. Así llegarán a un acuerdo claro en lugar de asumir que no quiso participar.
Seguidamente, si se te hace muy problemático llamar su atención para discutir los asuntos de los que aceptó ser parte, utiliza métodos de persuasión para hacerlo. Puedes usar creativos juegos sensuales como incentivo para llamar su atención, ten cuidado que no sean muy intensos o corres el riesgo de que solo responda que sí para acabar más rápido con la discusión y cobrar el premio.
Por último, lo más importante es que ambos la pasen bien en su día, utiliza esta experiencia para conocer aún más a tu pareja y aprender de ella.